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El caso del bonus de Caja Madrid nunca se repetirá. La entidad estuvo a punto de repartir un incentivo de 25 millones de euros a once directivos, sin que lo supiera el Banco de España. La caja, que había recibido fondos del Frob, canceló el pago ante la tormenta política desatada cuando la gratificación trascendió. Ahora ese bonus sería ilegal. El Gobierno ha endurecido los límites a la retribución variable de los directivos de las cajas con financiación pública.

Ninguna entidad que haya recibido dinero del Estado podrá pagar remuneración variable a sus equipos directivos, salvo que lo autorice el Banco de España. En un principio esta restricción sólo estaba contemplada para el proceso de reestructuración actual e iba a afectar únicamente a las entidades que hubieran recibido dinero del Frob. Así lo fijó el Ministerio de Economía en un proyecto de real decreto, presentado el mes pasado, que modifica un texto anterior sobre recursos propios de las entidades financieras (ver EXPANSIÓN del 14 de mayo).

Rechazo
Las cajas se opusieron a esta medida, que afecta a la práctica totalidad del sector, salvo excepciones contadas. El Frob, en su primera ronda (ayudas vía préstamos), ha concedido unos 10.000 millones de euros a casi una treintena de cajas. Ahora, en el proceso de recapitalización en curso , otras, como CAM, también se unirán al grupo, con aportaciones de capital (segunda ronda del Frob).

El sector expresó su malestar a Economía durante el periodo de consultas al que fue sometido el proyecto de real decreto y que concluyó el pasado 28 de abril.
Sin embargo, Economía ha ignorado la petición de las cajas y ha ido más allá. El ministerio dirigido por Elena Salgado ha aprovechado el periodo de consultas para introducir un cambio que endurece los límites. La imposibilidad de repartir bonus entre los directivos de las cajas con ayudas deja de ser únicamente aplicable a la crisis actual y se convierte en permanente. Este cambio disgusta al sector.

Así, en el texto definitivo del real decreto, el bonus se suprime para los directivos de toda entidad de crédito que “reciba apoyo financiero público para su reestructuración o saneamiento”, eliminando cualquier mención al Frob, como sucedía en el primer borrador. Fuentes jurídicas interpretan que la supresión de la mención al Frob ha sido la vía que el Gobierno ha utilizado para dejar claro que, ni ahora ni en el futuro, una caja que tenga fondos públicos podrá pagar bonus salvo que lo autorice el Banco de España. Éste, además, tendrá competencias para limitar la remuneración total de los directivos, no sólo la parte variable.

Este endurecimiento ha irritado a las cajas, porque afectará a la mayoría de las entidades. La patronal, la Ceca, se prepara para intentar convencer al Gobierno y al Banco de España para que realicen una interpretación laxa del real decreto, que ya ha sido enviado al Consejo de Estado y que será aprobada por el Consejo de Ministros, previsiblemente, el próximo 10 de junio.

El sector cree que esta prohibición de pagar variables debería aplicarse únicamente a las entidades que son intervenidas por el Banco de España (caso de CCM o Cajasur) o a aquellas en las que el supervisor termine haciéndose con un porcentaje mayoritario del capital. Así puede suceder con CAM o Catalunya Caixa, entre otras. Las cajas creen que para el resto de entidades que sólo han recibido préstamos o capital, sin ser una parte significativa, no debería haber prohibición, según fuentes del sector.

Para el Gobierno, esta petición carece de sentido y recuerda que el Banco de España puede autorizar el pago del bonus en caso de que lo crea necesario.

Restricciones
El Gobierno, siguiendo las directrices de Bruselas, ha impuesto límites al bonus de bancos, cajas y sociedades de inversión.

Las restricciones están recogidas en la Ley de Economía Sostenible y en el real decreto en tramitación.

La remuneración total deberá incluir una proporción equilibrada entre fijo y variable. El bonus tendrá que fraccionarse, aplazarse y pagarse en parte en acciones.

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