La red comercial está dedicada en pleno a obtener delegaciones de voto para la Junta General de Accionistas, aunque es dudoso que tenga efectos reales sobre la OPA.
Desde hace unos días todo el equipo comercial del Banco Sabadell tiene un objetivo prioritario, marcado por la dirección. No se trata de vender fondos de inversión, hipotecas o planes de pensiones, sino de conseguir delegaciones de voto para la Junta General de Accionistas que se celebrará el próximo 20 de marzo.
Los gestores de patrimonio y banca privada son los que más desempeñan esta consigna, porque el Banco Sabadell tiene una base muy importante de clientes con cierto nivel económico que son, a la vez, accionistas históricos del banco.
El Sabadell quiere ofrecer la imagen de que la inmensa mayoría de su base accionarial apoya, sin fisuras, su futuro en solitario y rechaza la Opa del BBVA, por más cantos de sirena que lance el banco vasco.
Esta Junta General de Accionistas, por más plebiscitaria que pueda aparentar, puede que no sea tan plácida como les gustaría al Sabadell. El “proxy” ISS, principal asesor de los grandes fondos internacionales se opone a la subida de la remuneración del CEO del banco y también al cambio de estatutos para restringir la entrada de competidores al consejo.
El tema principal de esta Junta es que el Sabadell ofrece a sus accionistas una remuneración sin precedentes. Se ha propuesto que tengan clara la cantidad de dividendos que podrán recibir hasta marzo de 2026, que puede llegar a representar un salto de hasta el 22% del valor de las acciones que tenían el pasado mes de febrero. Pero esta generosidad está condicionada a que la OPA del BBVA no salga adelante.
Analistas independientes, con larga experiencia a nivel internacional, difieren de que la aclamación en esta próxima Junta General de Accionistas tenga grandes efectos prácticos. La resolución final de la OPA, si llega a platearse la libre venta o no, por parte de los accionistas del Sabadell al BBVA, estará afectada mayoritariamente por cálculos económicos y no por razones emocionales de los accionistas.
Entre muchos clientes-accionistas y sobre todo, grandes inversores y fondos, pesa cada vez más la convicción de que la cotización del Sabadell podría tener un importante descalabro si la OPA se retira o no triunfa. |