- Las dotaciones en el negocio doméstico suman 4.807 millones y Unicaja registra el mayor aumento
El fuerte tirón de la economía española y la progresiva caída de la morosidad son motivos de alegría para la banca. El sector se encuentra en un momento especialmente feliz al abrazar récord de beneficios ante una caída de tipos más lenta de lo esperado. Y aunque no baja la guardia frente al posible riesgo geopolítico, ha optado por aligerar su hucha de provisiones ante el buen desempeño del escenario macro. El año pasado, la gran banca en España acopió una cantidad de 4.807 millones de euros para hacer frente a posibles impagos, un 5% menos que en 2023, según datos agregados de las seis entidades cotizadas recogidos por la consultora Neovantas. Sabadell y Santander estuvieron a la cabeza de esta reducción.
A la hora de conceder dinero tanto a particulares como a empresas, los bancos tratan de recoger una previsión de posibles impagos, en función del riesgo que perciben en sus carteras de préstamos. Y para cubrirse las espaldas, cuentan con una alforja de provisiones que pueden cargar o descargar a lo largo del ejercicio. El tamaño de la hucha suele ser afectado por la situación económica tanto de España como de los otros mercados en los que la entidad opera, además de su perfil de clientes.
Ahora bien, a pesar de esos indicadores, la asignación de las provisiones es una decisión propia de la entidad, que en un contexto de crecimiento económico y buena salud financiera entre sus clientes puede apostar por dotarse con una menor cobertura, mientras que ante un posible riesgo de deterioro de sus préstamos, puede abogar por ser más prudente, elevando sus provisiones y dando menos beneficio.
La banca en su conjunto vivió un 2024 espectacular en términos de ganancias. Sin embargo, las entidades han tomado decisiones diferentes sobre la gestión de su partida de provisiones. Sabadell y Santander destacaron entre aquellas que más la redujeron frente al año previo, un 20,1% y un 17,3%, respectivamente.
En el caso del banco vallesano, las dotaciones bajaron hasta los 652 millones y, según detalla la propia entidad en el informe financiero de resultados anuales, el cuarto trimestre incorpora la liberación de 54 millones tras ganarle a Cerberus el pulso judicial en Reino Unido a cuenta del ladrillo que le vendió hace seis años. Según el presidente de Neovantas, José Luis Cortina, Sabadell aplicó también una política antiopa. "Una de las cartas que se ha jugado ha sido llevar al límite sus provisiones, porque eso le ha permitido dar beneficios realmente importantes y elevar el dividendo para sus accionistas", ha apuntado.
El banco ganó un récord de 1.827 millones en 2024 y elevó su compromiso de remuneración con cargo a los resultados 2024-2025 desde 2.900 millones hasta 3.300 millones, sacando así toda su artillería para demostrar al mercado su potencial como jugador en solitario en el tablero bancario español. La entidad presidida por Ana Botín también redujo sus dotaciones, pero aun así su partida de provisiones en 2024 fue la mayor de toda la banca española, al alcanzar los 1.259 millones.
La hucha de BBVA es mucho más pequeña que la del Santander, al contabilizar 832 millones. No obstante, a diferencia del banco cántabro y del vallesano, elevó sus provisiones un 4,5% en el año. "Creo que BBVA ha observado que su montante era un poco escaso, si bien le hubiese gustado bajarlo para incrementar todavía los beneficios, al estar en un proceso de OPA. Ha jugado prudentemente ante los interrogantes que hay en la situación geopolítica, optando por no pisar el acelerador en dar más beneficios", ha agregado Cortina.
Subieron sus dotaciones también Bankinter y CaixaBank, un 7% y un 4,2%, respectivamente. El banco catalán provisionó 1.313 millones, de acuerdo con los cálculos de Neovantas. La entidad explica en su informe anual que destinó 381 millones para cubrir "cuestiones procesales y litigios por impuestos pendientes", que corresponden a la devolución de los gastos de formalización de hipotecas.
Por su parte, el banco que más incrementó sus dotaciones fue Unicaja, hasta 304 millones, un 16,7%. La mayoría de este aumento se debe al plan de salidas voluntarias puesto en marcha por la entidad, que anunció con su presentación de resultados anuales y que afectará 150 empleados.
Cortinas considera que tras la bajada en provisiones de 2024, la banca este año jugará más a la prudencia. El Banco de España dará el pistoletazo de salida al colchón del capital anticíclico, una hucha que la banca tendrá que acopiar para encarar potenciales deterioros en épocas adversas. El objetivo del supervisor es que alcance un 1% de capital sobre las exposiciones de las entidades ubicadas en España, pero entrará en vigor como un recargo del 0,5%, exigible a partir del 1 de octubre de 2025. Aproximadamente se trata de 7.500 millones de euros para dotar entre 2025 y 2026, con importes variables entre las entidades. El peor que saldrá parado sería CaixaBank, aportando la mayor contribución en torno a 1.700 millones.
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