La ventaja con la que cuenta Banco Sabadell al hacerse con CAM frente a la fusión de Popular y Pastor es que la entidad catalana absorbió una firma intervenida y lo hizo con un esquema de protección de pérdidas financiado con el Fondo de Garantía de Depósitos (FGD).
26/05/2012 - 07:00
Así, aunque a la factura de saneamientos de Sabadell, 2.396 millones del primer decreto y 412 millones del segundo, se le suman 674 millones más de la CAM por la reforma financiera aprobada en febrero y otros 176 millones por la de mayo, una vez descontados los fondos que le corresponde aportar al FGD, el 80% de la factura total.
La fusión, por otra parte, da el doble de plazo a la entidad para finalizar sus dotaciones, aunque el plan inicial sea concluirlo en un año. Para ello, el banco que preside José Oliu ha cubierto las necesidades de capital adicional con su excedente de recursos propios, vendido su participación en Bajío, un banco mexicano, por el que ha obtenido 156 millones, y protagonizó una ampliación de capital de 900 millones el pasado marzo.
El resto del sobreesfuerzo se cargará contra resultados que, según la propia entidad, mantendrán un saldo positivo una vez concluido el saneamiento.
Sabadell sufre una tasa de morosidad del 5,95% y su ratio entre préstamos y depósitos es del 128%. Para los expertos de HSBC, sin embargo, el mayor riesgo que corre la entidad es que una retasación de sus activos inmobiliarios arroje un mayor deterioro del previsto y haga necesarias nuevas provisiones. Los expertos de Goldman, por su parte, apuestan por la fortaleza de la entidad, único de los bancos cotizados al que no le han rebajado el precio objetivo en sus valoraciones. De hecho, se lo han elevado de 2,05 a 2,10 euros por acción. El FGD, además, se haría cargo de las pérdidas asociadas a la CAM también en los próximos años, lo cual supone un seguro adicional para futuros imprevistos.
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