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Sede del Banco Sabadell en Sant Cugat, Barcelona. E. M. |
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Aseguran que la oferta planteada por Carlos Torres no pone en valor al Sabadell y confían en que las condiciones que imponga la CNMC haga desistir a BBVA
El pasado mes de noviembre, BBVA lanzó una campaña de publicidad para tratar de ganarse las simpatías de los accionistas minoritarios del Banco Sabadell en plena OPA para hacerse con la entidad vallesana. La campaña les interpelaba directamente y les invitaba a conversar sobre "cómo podría ser" el nuevo banco. Aquellos anuncios no cayeron nada bien entre muchos de las particulares a los que iban dirigidos y ahora un grupo de ellos, los descendientes de los fundadores de la entidad quieren responder a Carlos Torres "cara a cara".
Tienen "el convencimiento de que la OPA no va a salir adelante" porque, entre otras cosas, todos saldrían perdiendo, tanto los accionistas de BBVA como los de Sabadell. Así lo aseguró ayer Jordi Casas, presidente de la Asociación de Accionistas Minoritarios del Banco Sabadell, en un encuentro con medios en el que explicó, flanqueado por Juan Corominas y Joan Llonch i Andreu, que la oferta no tiene en cuenta la historia del banco ni su valor actual.
"El valor teórico de Banco Sabadell está en 2,90 euros por acción. Tendrían que pagar como poco un 20% o un 30% más para que pudiera interesarnos", dijo Joan Llonch, que durante años formó parte del consejo del banco. "El problema es cambiar papeles por efectivo. El particular difícilmente va a vender cambiando acciones por acciones", añadió, después.
Para Corominas, ni siquiera un canje diferente sería argumento suficiente. "Los accionistas minoritarios de Sabadell no quieren vender", dijo, en representación de los más de 500 accionistas que componen la asociación. "Los pequeños accionistas no estamos interesados por el precio, porque supondría despedir a 5.000 personas y porque las pymes perderán", apuntó Corominas, tataranieto del primer presidente de la entidad.
Devolviendo la pelota que en su día les lanzó BBVA en forma de campaña publicitaria, los tres miembros de la asociación advierten de que la pregunta deberían haberla hecho a los accionistas de la entidad vasca. "Habría que preguntarles a los accionistas de BBVA si les interesa que se diluya su participación", señalaron. Según su teoría, "si la OPA sale bien, la acción de BBVA caerá porque muchos accionistas de Sabadell venderán", aseguraron.
Casas explicó que las pequeñas y medianas empresas de Cataluña están preocupadas por el posible impacto que pueda tener la OPA en caso de que finalmente saliese adelante y lamentó que la Comisión Nacional de los Mercados y la Competencia (CNMC) no admitiera a trámite las alegaciones que la propia asociación presentó respecto a la operación. Ahora confían en que las condiciones o los famosos remedies que imponga Competencia sean lo suficientemente duros como para que BBVA, por iniciativa propia, desista de continuar adelante con la oferta y con la hipotética fusión. "Obligar a desprenderse a Sabadell de su negocio de pymes o del de medios de pago sería lo peor que podría pasarle a BBVA", señaló Llonch.
Mientras tanto, ellos siguen inmersos en una gira, su particular road show, para tratar de convencer a los miles de accionistas minoritarios del Sabadell de todo el país de las bondades de apostar por un camino en solitario. Consideran que el banco ha venido dibujando una trayectoria de crecimiento muy notable, desde la crisis de la pandemia que desplomó el valor de sus acciones al entorno de 0,20 euros hasta los 2,665 euros a los que cerraron ayer los títulos. Creen, también, que el cambio de liderazgo hace cuatro años fue clave para enderezar la situación y alaban la labor que ha hecho en este sentido César González-Bueno como consejero delegado. "Ha sido muy inteligente la plantear unos objetivos que podían cumplirse y superarse y se ha ganado la confianza de los inversores", aseguraron.
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