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Los dos mayores grupos financieros españoles estarán finalmente en la puja abierta hace unas semanas por el Banco de España para adquirir la Caja de Ahorros del Mediterráneo (CAM), bajo el control del Fondo de Reestructuración Ordenada Bancaria (FROB) desde finales del pasado julio. Según confirmaron ayer fuentes financieras, tanto el Santander como el BBVA ultiman sus ofertas.

La Caixa, por su parte, tomará una decisión mañana en su consejo de administración, aunque algunas fuentes consideran posible que se postule como comprador. En todos los casos, las ofertas serán claramente a la baja y exigirán garantías milmillonarias para cubrirse de futuras pérdidas en la cartera crediticia y solicitarán también liquidez suficiente para cubrir con comodidad los vencimientos de deuda de la CAM.

Entre la banca mediana, el Popular ha descartado la operación por falta de interés real, mientras que el Sabadell, con voluntad de crecer pero con menos músculo financiero que sus competidores, mantendrá la puerta abierta hasta el último momento ante la eventualidad de que se flexibilicen las condiciones para los postores potenciales. A priori, tiene muy pocas opciones.

Al margen de las citadas entidades, Bankia está incapacitada legalmente al contar con un préstamos del FROB aún pendiente de devolver y otras cajas con una sólida posición financiera y de solvencia, como Ibercaja, Unicaja o las cajas vascas, o son demasiado pequeñas o tienen fusiones en marcha que complican en exceso su concurrencia al proceso. Nadie espera que lleguen ofertas por esta vía.

Por último, fuentes financieras consideran que, en las circunstancias actuales –con las dudas sobre el euro y los mensajes que llegan desde Bruselas sobre una nueva recapitalización de la banca–, es imposible que se materialice ninguna oferta por la CAM desde el extranjero, pese al interés de algunos grupos bancarios y fondos por entrar en España. Si desde el inicio de la crisis ya existían dudas en el exterior sobre la banca española, la reformulación de las cuentas de la caja alicantina, que recientemente afloró unas pérdidas de 1.136 millones hasta junio y reconoció una morosidad del 19% (12 puntos más que la media del sector), ha acabado por ahuyentar a todo el mundo. Todo parece en entredicho hoy.

Lo previsto es que Bank of America Merrill Lynch, la entidad contratada por el Banco de España para coordinar la subasta, cierre la recepción de ofertas el lunes 26. Será entonces cuando empiece el examen pormenorizado de las cuentas de la CAM por cada ofertante hasta la presentación de una oferta vinculante en la segunda quincena de octubre. El Banco de España quiere que el proceso se culmine antes de que finalice el próximo mes.

Según el esquema inicial, que puede variar, el Banco de España ofrecerá un esquema de protección de activos, por el que el FROB asumiría pérdidas futuras por deterioros de activos de la CAM durante los próximos 10 años. La primera parte de las pérdidas futuras se absorberá con las provisiones ya realizadas por la entidad. En cuanto al resto, para los primeros 2.500 millones de pérdidas, el FROB se compromete a absorber el 80% que puedan aparecer y si aún hay más, cubriría el 90% de las pérdidas que aparecieran. Para que el comprador pueda hacer frente a los vencimientos de deuda previstos, el Banco de España, a través del FROB, pondrá a disposición del comprador hasta 2.800 millones en una línea de liquidez.

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