El presidente de BBK y del nuevo banco de las entidades de ahorro vascas, Mario Fernández, reconoce que Bankia y CaixaBank son "inalcanzables"
Miguel Ángel Valero– Por supuesto, tiene la gran habilidad de no mencionar, en momento alguno, a la Caja de Ahorros del Mediterráneo (CAM), la entidad alicantina en manos del Fondo de Reestructuración Ordenada Bancaria (Frob) y que está en venta. El presidente de la BBK y del futuro Kutxabank (57% de la caja vizcaína, por el 32% de la guipuzcoana Kutxa y el 11% de la alavesa Vital), Mario Fernández, declara al diario cercano al nacionalismo vasco Deia que la nueva institución debe "aspirar a ser la tercera caja de ahorros o grupo de cajas del Estado". Y para ello ha propuesto a sus socios estudiar la viabilidad de posibles operaciones de adquisición de otras entidades, partiendo de los buenos resultados obtenidos por BBK en la cordobesa CajaSur, ahora BBK Bank. Las palabras de Mario Fernández se interpretan como un mensaje al Banco de España respecto a que la caja única vasca está dispuesta a echar el resto por quedarse con la CAM.
La fusión entre la andaluza Unicaja y la castellanoleonea Caja España Duero (en la que la entidad malagueña tiene un peso abrumador, del 70%) deja a Kutxabank en la cuarta posición del sector, aunque con apenas 2.000 millones de euros de ventaja. Al mismo tiempo, la caja única vasca no puede acomodarse, porque NCG Banco está a 1.000 millones de euros de distancia; Catalunya Caixa, a 2.000 millones; y BMN y Banca Cívica, a 7.000 millones. Una operación entre Ibercaja y Unnim crearía un grupo de 72.000 millones de euros en activos, también pisándole los talones a la caja única vasca. Y si fuera Ibercaja quien lograra hacerse con la CAM, el único lugar libre del podio que lideran Bankia y CaixaBank sería para ésta, con un volumen de activos de 118.000 millones.
Por ello, el objetivo más inmediato es la CAM, aunque sin perder de vista otras oportunidades de adquisición, para que Kutxabank ponga mucho terreno por medio respecto a sus competidores. La suma de la entidad alicantina y del grupo vasco supone un volumen de activos de 154.000 millones, una cifra que permite mirar desde arriba a las demás cajas. Y permitiría observar con cierta tranquilidad posibles movimientos de otras cajas: Banca Cívica más Unnim crearía un grupo de 101.000 millones de activos. Mario Fernández es realista y asume que tanto el Banco Financiero y de Ahorros/Bankia como ‘la Caixa´/CaixaBank "son inalcanzables".
"El tamaño ahora es una cuestión relevante y, pese a la integración de las tres cajas, seguimos por debajo de la media. Estamos a 15.000 millones de euros de esa media, después de la revolución que ha sufrido el sector en los últimos meses. Yo creo que podemos y debemos aspirar a ser la tercera caja de ahorros o grupo de cajas del Estado, por debajo de CaixaBank y de Bankia, que son inalcanzables por tamaño para nosotros" insiste en una entrevista publicada en El Correo.
En cualquier caso, Kutxabank no puede conformarse con ser la cuarta caja de ahorros por activos y la octava entidad del sistema financiero español. Por ello, Mario Fernández insiste ante sus socios en la necesidad de "estudiar el mercado" y analizar la viabilidad de operaciones de adquisición de otras cajas, como hizo BBK con CajaSur, la segunda en ser intervenida por el Banco de España, tras CCM, que se la llevó CajAstur, impulsor de Liberbank.
Para el presidente de la BBK, la compra de la entidad cordobesa fue una decisión "magnífica", ya que "solo costó un euro" y ocho meses después de hacerse con su control, "está en positivo y ya tiene beneficios". Mario Fernández reconoce que BBK ha tenido que reforzar a la antigua CajaSur con más de 1.000 millones de euros, pero también asegura que, "en tres o cuatro años", la entidad cordobesa "tendrá unos resultados excelentes, por encima de los 80 millones de beneficios" anuales.
El actual BBK Bank, que mantiene la marca CajaSur, es una franquicia local "excelente", con una cuota de participación en Córdoba mayor de la que tiene la propia BBK en Vizcaya, además de una presencia importante en otras provincias andaluzas. Cajasur era una franquicia "excelente, con un pequeño detalle, que estaba en quiebra como consecuencia de haber estado mal gestionada y por eso hubo que provisionarla con más de 1.000 millones de euros cuando pasó al grupo BBK, que era lo que estaba previsto, asumir esos créditos que estaban en el balance y que no se iban a cobrar nunca", argumenta Mario Fernández.
Ocho meses después de pasar a manos de la BBK, la antigua CajaSur está "en positivo, tiene beneficios y cuando concluya el ejercicio el resultado va a ser igualmente positivo y eso que la coyuntura económica es igualmente complicada en la zona de influencia de Cajasur". Además,"Cajasur cada año va a tener un menor porcentaje de activos porque hay una parte de ese activo que no nos interesa, que es el ladrillo y del que vamos a desprendernos. A corto plazo, el tamaño de activo va a ser menor", explica.
Respecto a la fusión de las cajas vascas, que culminará el viernes con la asamblea de la Kutxa (BBK y Vital ya pasaron por ese trámite el pasado día 16), Mario Fernández destaca que el proyecto de Kutxabank ha sido respaldado por "las cuatro sensibilidades más relevantes del país", en referencia al PNV, PSE, PP y Bildu, gracias a que los partidos "han asumido el compromiso de dejar al margen del debate político esta integración". Y considera que "no podría haber integración más completa ni mejor que esta".
El presidente de BBK precisa que se registrará un "mínimo nivel de solapamiento" de sucursales, y que si es necesario un ajuste de plantilla éste se hará "sin aplicar medidas traumáticas". Y deja muy claro que las tres cajas no tienen ni han tenido durante el proceso de negociación "en ningún momento en la cabeza" el plantearse una salida a Bolsa de Kutxabank. "En ningún caso. Cosa distinta es que tal y como está la situación, la incertidumbre tremenda que existe, lo único que permite el banco es, si un día se estima oportuno, tener esa opción. Imaginemos que un día se nos exige un nivel de capital que el banco no tiene, pues las cajas debatirían en ese caso diversas opciones, entre las que estaría esta, que es una opción, nada más. Es una opción teórica que ahora no contemplamos. Y lo que hemos firmado, para tranquilidad de todos, es que un día, si esa decisión ha de ser adoptada, que sea por consenso de las cajas. Con una excepción, que no exista una normativa que así lo obligue o una decisión de un estamento regulador que obligue a ello", explica Mario Fernández. |