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El Banco de España avisó hace cuatro años a la entidad de su caos inmobiliario; Firmó la inspección Javier Aríztegui, quien ahora le da 2800 millones del Frob
Nueva sorprendente revelación sobre la actuación del Banco de España con la quinta caja de ahorros del país. Según la documentación a la que ha tenido acceso EL MUNDO, la inspección del máximo órgano supervisor detectó a tiempo, hace más de cuatro años, el caos inmobiliario de la Caja de Ahorros del Mediterráneo (CAM) y le instó a tomar medidas, pero posteriormente la cúpula del órgano supervisor toleró que las irregularidades continuaran y hasta ha terminado concediéndole ayuda.
El 23 de febrero de 2007, el entonces director general de Supervisión, Javier Aríztegui –refrendado por la Comisión Ejecutiva del banco, incluido el gobernador, Miguel Angel Fernández Ordóñez- envió un explosivo requerimiento al todavía presidente en la época de la CAM, Vicente Sala. En el le recriminaba que «el riesgo asumido con los sectores inmobiliario y constructor » había aumentado un 7%» en los dos últimos años y, además, «más de 4.000 millones» en «financiar la compra de terrenos, en muchos casos sin calificación urbanística definitiva».
Según la misiva, la CAM jugaba con fuego al tener invertidos en terrenos que no era seguro que fueran recalificados como urbanizables un dinero equivalente a los 4.604 millones de recursos propios. Si al final quedaba todo calificado como rústico, las pérdidas equivaldrían a todo su capital. «La caja no tiene implantados suficientes procedimientos de ´Control interno que permitan cumplir todas las exigencias de la Ley 57/1968 [sobre financiación en la construcción y venta de viviendas]».
La carta seguía a otra de septiembre de 2005 en la que ya advenía a la CAM que «la inversión crediticia destinada a financiar la actividad promotora merece una atención especial (..) máxime si no hay una aportación de fondos de los prestatarios proporcionada a la magnitud del proyecto y las expectativas de recuperación del crédito descansaban en una hipotética recalificación urbanística o en la evolución futura de los precios de las promociones».
Ante tal diagnóstico, la inspección señaló que «es necesario que el consejo participe de forma más activa en la definición de las políticas respecto del riesgo con el sector promotor». No lo hacían suficientemente, a su juicio, Sala y demás miembros de la cúpula, nombrados entonces en su mayoría por el PP y, en parte, por el PSOE.
El Banco de España no lanzó otra inspección hasta otoño de 2009 y tras un intermitente año y medio de trabajos, concluyó en abril de 2010 que la CAM tenía un agujero de 2.000 millones. Pero el Banco de España lo ocultó durante ocho meses mientras animaba a CajAstur y otras entidades a fusionarse con la CAM. Cuando trascendió el análisis inspector, la caja asturiana decidió romper la fusión y el Banco de España ha aceptado salvar a la misma CAM que no obedeció a la inspección con una ayuda del Frob de 2.800 millones. El presidente del Frob y subgobernador del Banco de España es Javier Anztegui, promovido en 2009.
Las tres medidas que pidió en 2007
- Consejo inactivo.
En el requerimiento enviado por el Banco de España a la CAM en el mes de febrero de 2007 se exigía como primera medida que el consejo de la entidad controlara más el sector inmobiliario. «El consejo de administración ha de conocer sistemáticamente la evolución del perfil de riesgo de esta cartera».
- Socio pasivo.
Recriminó también que la CAM era no sólo prestamista sino socio de proyectos inmobiliarios «sin que la condición de accionista suponga una mejora en la información que recibe de los mismos.
- Riesgo incontrolado.
«La caja no tiene implantados suficientes procedimientos de control interno (...) es frecuente que no se compruebe la existencia de aval (..) constan no pocos casos de cuentas especiales que no tienen saldo ni movimientos». |
