El Sabadell pasa página del faraónico proyecto abrazado por la Caja del Mediterráneo (CAM) en México
El banco ha liquidado Hansa México y Hansa Cabo con un resultado casi neutro, montadas por la entidad alicantina en plena fiebre inmobiliaria con la intención de construir miles de viviendas en la Baja California mexicana.
Sobre el papel, el proyecto ideaba unas 8.000 viviendas, aeropuerto, campos de golf y hoteles con capacidad para 27.000 habitaciones. Para su desarrollo se precisaba de varios cientos de millones de euros. Pero en la práctica, el plan se quedó en la compra de 35 millones de metros cuadrados de suelo sin acabar de desarrollar, y con solo dos de los múltiples inmuebles de apartamentos proyectados eregidos.
El plan lo idea, convenciendo a la antigua CAM, la inmobiliaria participada Hansa Urbana, con la que fundó las filiales a las que ahora ha puesto fin. Según la información registrada en la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV), echar la persiana en Hansa México deja al banco 5,52 millones de minusvalías, frente a las plusvalías de 5,73 millones que le deja la extinción de Hansa Cabo. De forma adicional, el Sabadell liquida Operadora Cabo de Cortes, dedicada a talleres de reparación de automóviles en el país azteca, con un beneficio de 205.000 euros.
La pesada deuda de Hansa Urbana dejó en al Sabadell con la mayoría de capital de las subsidiarias conjuntas. Su extinción corta toda relación societaria o alianza con dicha inmobiliaria y resuelve de una tacada la exigencia de Bruselas a la CAM de deshacerse de participaciones inmobiliarias, al tiempo que el banco deja atrás un proyecto que generaba más quebraderos de cabeza que alegrías.
La construcción próxima a una zona protegida se dio de bruces con la negativa del Gobierno, circunstancia que dio al traste por con el proyecto, en el que se habían invertido casi 100 millones.
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