El presidente del Banco Sabadell, José Oliu, ha valorado este martes en Valencia la "buena solución" dada a los preferentistas de Caja Mediterráneo (CAM), con una operación de canje por acciones tras la integración de la entidad que "está produciendo una tasa de rentabilidad acumulada superior al 21 por ciento". "Se ha solucionado, ha desaparecido el problema y nos satisface", ha dicho.

En un coloquio con clientes al que han asistido el presidente de la Generalitat, Alberto Fabra, y numerosos representantes empresariales, ha indicado que cómo tratar a quienes invirtieron en estos productos fue "uno de los problemas más importantes" como adjudicatarios de la CAM, al tener que "buscar una forma equitativa" entre un gobierno que "empujaba a ser más generosos" con estas personas y un posible "castigo" a sus clientes si lo eran demasiado. Dos años después del canje de 2,3 euros por acción, Oliu mantiene que "la operación no podía salir mejor" y que al preferentista "le ha salido mucho más rentable que muchas de las otras inversiones alternativas en que podía haber puesto el dinero, a pesar de que lo puso en algo que en realidad no hubiese tenido que valer nada porque eran acciones de capital con rendimiento fijo". Al banco, le permitió "incorporar una base de accionistas de la Comunitat Valenciana importante", de los que "un poco más de un tercio ya han vendido sus acciones para recuperar, con beneficio, su antigua inversión", y el resto continúan, hasta concentrar en esta autonomía el 20 por ciento de la base de sus accionistas ''retail''. Oliu ha indicado que el proceso de integración de la CAM conllevó un "bajón en percepción de calidad" dado que la caja alicantina "tenía una percepción de calidad bajísima, era un banco en crisis y estaba un poco desmadrado". Según ha explicado, ya han recuperado parte del terreno perdido y, de hecho, "de los grandes bancos de España, es el que tiene el nivel calidad más alto inclusive con la integración de CAM y de Penedés, otra de las que han causado un mayor esfuerzo a la hora de homologar condiciones de trabajo y servicio". Fruto de esos procesos, el banco puso en marcha un programa para "encontrar trabajo a los mil empleados que había que despedir" y creó 705 puestos, frente al objetivo de 500.

De quienes se quedaron, ha resaltado "el déficit o la distancia en cuanto a la cultura, nivel de formación y capacidad de actuación en el mercado bancario de las personas procedentes de la CAM", respecto a los estándares del Sabadell, que requirió una "importantísima inversión" en 364.000 horas formación para 4.410 empleados. Según ha indicado, "en seis meses la tecnología de CAM estuvo absolutamente integrada", pero en lo relativo a sus empleados llevan un año y estiman que "en un año más van a estar perfectamente integrados a la cultura, formas de actuar y por tanto a la capacidad de generar valor tanto para clientes como para el banco", mientras que la gestión del balance protegido "durará muchos años". Como "una de las cosas buenas" que les reportó adjudicarse la entidad nacionalizada, Oliu ha citado su plataforma de gestión de activos inmobiliarios sobre la que desarrollaron la actual del Sabadell, que en 2013 vendió 18.000 viviendas por más de 3.100 millones y que, por el momento, no prevén vender.

Preguntado durante el coloquio por el futuro de la Comunitat Valenciana, ha asegurado que siempre lo ha considerado "muy bueno" al ser una autonomía "extremadamente activa", lo que "la llevó a tener casi hiperactividad" en los últimos años. Oliu ha valorado, en este punto, el potencial de empresarios como el presidente de Porcelanosa y consejero del Sabadell, Héctor Colonques, de quien ha destacado su "capacidad de exportar" y de "vender paquetes de azulejos por el mundo hablando en un valenciano adaptado a las características del comprador".

Agrega, no obstante, que "quizás la debilidad de la economía, igual de la valenciana que la catalana, es que la dimensión de las empresas es demasiado pequeña" y que, de cara al futuro, "hay que empresas más grandes, tener más ambición, a lo mejor unir esfuerzos y hacer más crecimiento porque la capacidad tecnológica y la capacidad humana está y, en algunos casos, falta quizás nivel de ambición para tener unas cosas más competitivas a nivel internacional".

En su intervención posterior, Fabra ha lamentado la desaparición de las entidades financieras de la Comunitat y ha aplaudido que "es fundamental y da garantías saber que la pequeña y la mediana empresa son el centro de preocupación también del Banco Sabadell". Según el jefe del Consell, tras los esfuerzos públicos realizados para la reestructuración del sistema financiero, "ahora es el momento de pedir, desde la sociedad, que las entidades saneadas con esfuerzo de todos ayuden a salir adelante". Fabra ha destacado asimismo que "la Comunitat Valenciana es una sociedad dinámica, emprendedora y, sobre todo, muy ambiciosa", que "necesita entidades financieras fuertes que ayuden a poder salir adelante porque el sector empresarial está pidiendo ayuda para poder generar riqueza y empleo".