Los bancos españoles necesitan otro rescate... y tiene que llegar antes de 2014
La banca española continúa acaparando la atención de los bancos de inversión de Wall Street. Esta vez, los encargados de prolongar la secuencia han sido los analistas de Bank of America Merrill Lynch (BoA-ML), que esta semana se suman a la corriente, cada vez más potente, que apunta a un segundo rescate de la banca española en la recta final del año. No en vano, se basan en la última evaluación del Fondo Monetario Internacional (FMI) sobre el sector para asegurar que para que las entidades apoyen la recuperación de la maltrecha economía antes deben llevar a cabo otra ronda de recapitalizaciones con dinero público.
Y van más allá. De producirse, tendrá que ejecutarse antes de 2014 por una sencilla razón: en enero caduca el fondo de rescate de 100.000 millones de euros que puso a su disposición Bruselas, de los que España sólo ha usado algo más de 40.000 millones. De no hacerlo, las condiciones impuestas por la Unión Europea podrían cambiar y hacerse más severas.
En este sentido, desde la entidad entienden que “los cerca de 60.000 millones de euros de fondos de la zona euro disponibles para la recapitalización de los bancos y que aún no se han usado deberían cubrir una recapitalización para proveer a los bancos de suficiente capital como para expandir el crédito”, aseguran los analistas. Así, desde Bank of America Merrill Lynch recomiendan al Gobierno de Mariano Rajoy que eche mano de nuevo de los fondos que aún tiene a su disposición.
Además, insisten en que “la capacidad de generación de beneficios va a continuar bajo presión hasta que la recuperación económica se reestablezca” y coinciden con el FMI en que “las necesidades de provisionar van a continuar siendo elevadas durante algún tiempo”.
División de opiniones
Los pronósticos de BoA-ML prolongan la división de opiniones que existe entre los grandes de Wall Street a la hora de analizar la banca española. Desde finales de junio, los informes se han sucedido de forma continua con una evidente disensión entre los expertos.
El primero en disparar fue Citigroup con un informe en el que mejoraba desde “infraponderar” a “neutral” su consejo sobre el conjunto del sector. Para estos analistas, 2013 será el punto de inflexión con vistas a una mejora de las previsiones de beneficio, de los márgenes de intermediación o de una relajación progresiva del riesgo país. Incluso, los analistas situaban en 2016 el momento de cambio de tendencia en la concesión de créditos, con un repunte estimado del 0,6%.
Unos pocos días después, el turno fue para JP Morgan, que mostró un punto de vista menos favorable para el sector. Bajo el título Todavía es pronto para correr los toros, el analista Jaime Becerril no apreciaba signo alguno para sobreponderar ninguna entidad. “A pesar de que los bancos pueden informar de márgenes positivos en el segundo trimestre del año, esto puede ser un espejismo, a la vista de las bajas tasas de interés, la regulación vigente o el fin del dinero barato, aspectos que pueden retrasar la recuperación del sector”, apunta Becerril.
A comienzos de julio, Morgan Stanley valoraba de forma positiva los cambios normativos que pueden producirse en los activos fiscales diferidos. Esas modificaciones tendrían un impacto positivo en el capital de las entidades, con Sabadell o CaixaBank entre las más favorecidas. En cuanto a su visión de cada banco, la entidad estadounidense se mantiene neutral en CaixaBank y Bankinter (con un precio objetivo de 2,6 y 2,9 euros, respectivamente), infrapondera a Sabadell y Popular (con precios objetivos de 1,5 y 2,8 euros) y sobrepondera a Santander y BBVA (con precios objetivos de 6,5 y 8,3 euros).
En la lista no falta Goldman Sachs, quien por el momento mantiene una posición intermedia con el sector, porque se muestra neutral en todos los bancos españoles y sólo concede un consejo de compra a BBVA.
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