Los 325 millones inyectados suponen el 7 % de su activo, proporcionalmente solo por debajo del Banco de Valencia
Rubén Santamarta
Redacción / La Voz 27 de abril de 2013 GMT
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El Banco Sabadell firmó la semana pasada la compra del Banco Gallego con una ayuda directa del Estado que, proporcionalmente a su tamaño, es muy elevada, el segundo mayor rescate en comparación con otras entidades subastadas en España. Solo está por detrás de Banco de Valencia, cuyo saneamiento ha supuesto un ingente desembolso atendiendo a su peso en el sector. No en cifras totales, sino en porcentaje sobre su tamaño. El caso del Gallego es similar a de la alicantina CAM. Sin esos fondos la subasta del Gallego podría haber quedado desierta.
El Gallego se ha reflotado con 325 millones de euros puestos por el FROB (es decir, por el Estado, por todos los contribuyentes), una cantidad que equivale al 7,6 % de su tamaño, medido en volumen de activos (4.264 millones al cierre del 2012). Es por porcentaje similar al del capital percibido directamente por la valenciana: 5.249 millones sobre unos activos de 70.804. Es un 7,4 %. Coinciden ambos en el comprador: el Sabadell se llevó ambos, pagando 1 euro.
En las otras cuatro subastas, el porcentaje de inyección de dinero público, sobre el total de activos, también fue inferior. En Caja Castilla-La Mancha (CCM) el Estado metió 1.650 millones para evitar su quiebra, y así lo vendió a Liberbank (entonces era Cajastur). Esa inyección supuso un 6,1 % de sus activos. Los porcentajes descienden de manera significativa en los rescates de la cordobesa Caja Sur y de la catalana Unnim. Vendidas a Kutxabank (entonces BBK) y BBVA, respectivamente, los fondos inyectados se quedaron entre el 2 y el 3 % de sus activos.
El más caro hasta ahora
¿Qué pasó en el Banco de Valencia? Recibió 1.000 millones de euros del FROB cuando fue intervenido en noviembre del 2011; un 4,6 % sobre todos sus activos. Pero en diciembre del 2012, ya subastada y adjudicada a La Caixa por 1 euro, se llevó otros 4.500 del rescate europeo. Son fondos de la UE que España ha de devolver en 15 años. Así pues, en el Banco de Valencia el flotador resultó de 5.500 millones, el 25 % de sus activos.
En los casos descritos se apunta exclusivamente a la inyección que recibieron las entidades cuando fueron nacionalizadas. Sin sumar los llamados esquemas de protección de activos, una ayuda diferida que supone cargar al Fondo de Garantía de Depósitos la morosidad oculta que aparezca en las entidades durante 10 años. Esas fórmulas las aprobó el FROB para la CAM, Banco de Valencia, Unnim y CCM. Pero ya no es dinero público: son fondos que llegan de la propia banca, de su hucha común. Esta solución estaba descartada para el Banco Gallego, como se encargó de anunciar el FROB.
Si se suman esos esquemas (sin cargo al contribuyente), los rescates son mucho más onerosos. El Sabadell calculó que en el de la CAM se llegaría a los 21.800 millones, el 30 % de sus activos. Y en Banco de Valencia, cerca de 10.000 millones, el 45 % de su tamaño.
Menos retribuciones
El Gallego dio ayer cuenta de sus resultados al cierre del 2012: perdió 386 millones de euros, algo ya sabido hace semanas. Y desveló que sus 14 consejeros se embolsaron 1,2 millones de euros (88.000 por cabeza), y los 8 ejecutivos, 148.000 de media. En ambos casos hay una caída de entre el 18 y el 37 %. |