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«La economía española puede salir en positivo en el segundo semestre del año», afirma Oliu

El grupo Banco Sabadell mantiene su objetivo de desinvertir no solo en activos inmobiliarios (sociedades propietarias de suelo o de bienes turísticos y residenciales dentro y fuera de España) sino también en los de toda la cartera industrial de la extinta CAM. La que queda. Sin prisas, pero sin pausas. Josep Oliu, el presidente del sexto grupo financiero español y cuarto por índice de solvencia, reiteró ayer cuál es la filosofía del nuevo propietario de la antigua Caja Mediterráneo: «No vamos a ser socio estable en ninguna de ellas».

Aunque sin citarlas, el banquero catalán, que reunió a los medios de comunicación en una tradicional comida el día anterior a la junta general de accionistas, se refería, entre otras, a la empresa sanitaria Ribera Salud (su venta dependerá de la decisión que adopte el otro socio de referencia, Bankia) o al hotel Sol Meliá (del que SabadellCAM sigue siendo socio minoritario y creditor).

La hoja de ruta, respecto a la integración de la Caja alicantina, pasa por seguir con el proceso de digestión de la entidad haciendo caja con los bienes que se adjudicó del Banco CAM. A preguntas de este diario, Oliu dejó claro que Sabadell solo está interesado por el negocio financiero de banca minorista y de pymes.

Pero Oliu no fija plazos para las desinversiones: «Todo dependerá del proceso y del ciclo para su puesta en valor, pues el banco no tiene ningún interés en ningún activo inmobiliario ni en el no inmobiliario, pese a que nuestra política también ha sido la misma que CAM en algún momento a la hora de acompañar a alguna empresa catalana en su proceso de internacionalización», especificó.

Aunque los resultados del primer trimestre del año, determinantes para cambiar la evolución de su cotización en la Bolsa, todavía tardarán en conocerse un mes, Oliu dejó entrever que las sinergias tras la absorción de la CAM se retrasarán más de lo esperado. ¿Por qué? El presidente del Sabadell, que estuvo acompañado, entre otros, por el consejero delegado, Jaume Guardiola, y por el director general, Miquel Montes, apunta a la reducción de la curva de los tipos de interés como factor que limita esa sinergia a la hora de «drenar los resultados». «Al ser CAM un banco con una cartera fundamentalmente hipotecaria, esa sinergia tardará algo más en notarse», lo que obliga a la entidad a intensificar su campaña de crédito. Aunque también en esta variable existe clima de preocupación, pues se reduce el margen financiero y apenas crece la inversión crediticia al haber una baja demanda, como admite Josep Oliu. En todo caso, subraya que el riesgo de la cartera inmobiliaria de CAM no crecerá al estar cubierta por el esquema de protección de activos (EPA) con el que fue adjudicada la antigua Caja alicantina por la UE en mayo pasado.

El máximo mandatario vallesano cree que hay una mejor percepción de la marca ''España'' en el contexto internacional, lo cual se nota en los mercados financieros internacionales, y aboga por seguir mejorando la exportación como base para la competitividad de la economía española, a lo que suma la bajada de los costes salariales en este país. Aboga porque se siga desapalancando la deuda privada y también el déficit del Estado, aunque ve riesgos en el aumento del desempleo.

«La economía española puede salir en positivo en el segundo semestre del año, como dicen los que saben de esto, tras los dos primeros trimestres de clara recesión, lo que dejará el final del ejercicio en positivo ligeramente o al menos de modo estable, lo cual es ya un grado aceptable», explica Oliu.

Ante la junta de accionistas de Banc Sabadell de hoy, Oliu califica de positivo el dividendo de tres céntimos (uno en capital y dos en acciones) al cierre del año 2012. Dijo que se esperaba, frente a los 15 céntimos de rentabilidad de la acción en el año 2011, debido a la aplicación de los dos decretos ''Guindos'' sobre solvencia de la banca española y a la integración de CAM. «Ya dijimos que en el 2012 los beneficios de la acción serían mínimos por la situación económica, la absorción de CAM y los test de estrés, por eso el mérito es que el dividendo sea pese a todo positivo», subrayó.

«Año extraordinario»

Tras calificar de un año «extradordinario» para Banco Sabadell desde muchos ángulos, y también para todo el sistema financiero español (Memorándum europeo MOU, test de estrés o creación de Sareb), destaca que el banco se haya consolidado como el sexto banco español y cuarto por solvencia, con un 60% más de volúmenes manejados.

En clave interna, el objetivo del banco par este año pasa por digerir CAM, abrirse a las pymes «solventes» que pidan crédito (nueva línea de 2.000 millones propia má la del ICO, que lidera en toda España) e incrementar la salida de stock inmobiliario «pues el clientes debe saber que nunca más se pueden dar ya los actuales precios y rebajas», agregó Oliu. Quitó importancia al episodio de Chipre y dejó claro que «nunca ningún país puede garantizar el cien por cien de los depósitos bancarios, ni aun con el fondo de garantía de depósitos».

No observa riesgos de contagio en España o la UE y critica la nueva derrama impuesta por el Gobierno para nutrir el FGD de España, lo que puede costar unos 80 millones entre este año y el próximo, solo al Banco Sabadell.

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