Ferri y Baldó manejaron los fondos a través de una sociedad de las Antillas Holandesas
M. A. R. / ALICANTE
Día 02/11/2012
El grupo hotelero de la CAM Valfensal, que está siendo investigado por la Guardia Civil a instancias del juez de la Audiencia Nacional Javier Gómez Bermúdez, utilizó una sociedad opaca con sede en las Antillas Holandesas, JacksonPort Corporation, para realizar pagos que superan los 51,8 millones de dólares -es decir, alrededor de 43 millones de euros-. Buena parte de estos fondos procede de la financiación otorgada por Caja Mediterráneo (CAM), tanto en forma de créditos para el desarrollo de sus proyectos hoteleros como de recursos propios, ya que la caja era titular del 30% del accionariado del grupo Valfensal.
Como ha informado ABC, agentes de la Unidad Central Operativa (UCO) de la Guardia Civil desplazados expresamente desde Madrid han registrado en Benidorm tanto la sede de Valfensal como el domicilio particular de sus dos administradores, Juan Ferri y José Baldó. En estos registros ordenados por el juez Gómez Bermúdez, los agentes se han incautado de abundante documentación que será analizada para determinar la existencia de presuntas irregularidades en la gestión de la empresa.
Tal como adelantó este diario el pasado mes de mayo, Valfensal utilizó la sociedad opaca JacksonPort Corporation, representada por el propio José Baldó, para pagar una comisión de 10,3 millones de dólares -unos 7,8 millones de euros- a la sociedad Caribbean Holiday Investment, domiciliada en Panamá, como «opción de compra» para la adquisición de un solar hotelero en Punta Blanca (República Dominicana). El pago se hizo efectivo en dos cuentas numeradas del Rothschild Bank AG en Zurich (Suiza).
Hotel en la Riviera Maya
Pero este no es el único pago millonario realizado por la división hotelera de CAM a través de su sociedad opaca de las Antillas Holandesas. Gracias a la financiación de la caja de ahorros, Valfensal compró en 2005 el Hotel Gala situado en la Riviera Maya (México) por 22 millones de dólares. Se trata de un complejo de lujo con una calificación de cinco estrellas, con 300 habitaciones dobles y 160 en chalés pareados. En el contrato de compra-venta se hizo constar que por esta cantidad se transmitía toda la «propiedad y derechos» del hotel «definitiva e irrevocablemente, sin restricción, limitación ni salvedad alguna». Pero no era exactamente así.
Según explica el informe elaborado por la auditora Deloitte para el FROB, la antigua propietaria había cedido los derechos de explotación y comercialización del hotel a otra sociedad, Caribbean Reservation. Por este motivo, Valfensal recurrió de nuevo a su sociedad de las Antillas Holandesas, JacksonPort Corporation, para abonar 41,5 millones de dólares -alrededor de 34,5 millones de euros- con el fin de poder hacerse con los derechos de explotación, hasta el año 2013, del hotel que acababa de comprar.
Por lo tanto, el grupo hotelero participado por la CAM, Valfensal, desembolsó 22 millones de dólares para comprar el Hotel Gala y casi el doble, 41,5 millones, para poder hacerse con su gestión y comercializar sus plazas. De este modo, la operación financiada por la CAM se disparó hasta los 63,5 millones de dólares. Dos terceras partes de este desembolso se efectuaron a través de la sociedad de Antillas Holandesas
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