El exconsejero de la CAM Joaquín Longinos Marín ha reconocido que existía un "núcleo duro de poder que tenía la información" sobre la situación de la caja alicantina y que se cometieron "muchos excesos" en la gestión
24-09-2012 / 19:30 h EFE.
Marín ha sido el tercer exdirectivo que ha comparecido hoy en la comisión de investigación de Les Corts Valencianes sobre la intervención de la CAM por el Banco de España, en su primera sesión tras el verano.
Joaquín Marín formó parte del consejo de administración de la CAM de mayo a junio de 2011 como suplente de Juan Bernal, a quien también sustituyó como vicepresidente del consejo territorial de la entidad alicantina en Murcia y como vocal en Gestimed, empresa gestora de fondos de Caja Mediterráneo.
Lo que aprendió en ese tiempo fue "muy poco", pero sí advirtió de que "había mucha tensión y nerviosismo" cuando llegó a la caja, tras romper el SIP con Cajastur, Caja Extremadura y Caja Cantabria.
Ha explicado que la crisis del ladrillo afectó especialmente a algunas cajas y que en ese momento "no se tomaron las suficientes cautelas para prever la explosión de la burbuja inmobiliaria".
Considera que en CAM, al igual que en otras entidades, se produjo "un exceso" y una "huida hacia adelante" al emitir cuotas participativas, un producto financiero "raro" que permitía a los particulares participar en el reparto de los beneficios de la entidad y que hasta el momento no se había ofrecido en las cajas.
Fue una de las medidas adoptadas por CAM para tratar de solucionar sus problemas pero, según Marín, en su aplicación se produjeron "muchos excesos". "El no explicarle a la gente lo que está comprando es un exceso grave", opina.
Marín también ha admitido "fallos en la gestión, al margen de otras responsabilidades que existan. No se gestionó bien", ha remarcado.
En su opinión, "todos querían lo mejor" para la caja alicantina en el consejo de administración, aunque existía "un núcleo duro de poder que tenía la información", integrado por el presidente de la caja y los ejecutivos.
"A partir de ahí había círculos concéntricos" que, sucesivamente, estaban integrados por el vicepresidente, los consejeros "de más antigüedad y con más galones" y otros miembros más recientes, como él mismo.
En la mayor parte de las cuestiones debatidas se daba una "opinión unánime" por parte de los miembros del consejo que tenían toda la información, lo que hacía difícil el debate, ha reconocido, aunque cree que "la dinámica del consejo de administración era muy parecida" a la de otras entidades.
Marín se preparaba los asuntos del orden del día de cada consejo solo con 48 horas de antelación, pese a que su "envergadura" era "mucho mayor" de lo que se podía estudiar en ese tiempo.
En este sentido, sus compañeros en el consejo, al acceder por primera vez a él, le recomendaron: "Mira como funciona esto, aprende y después hablamos".
Marín solo pudo participar en cuatro consejos de administración, las retribuciones que percibió fueron de 794 euros y no realizó ningún viaje ni contrajo préstamos o cuotas participativas, "solo una cuenta de ahorro", ha precisado.
Considera que su principal contribución al consejo estuvo relacionada con aspectos sobre responsabilidad social corporativa, aunque ha reconocido que, en tan poco tiempo como consejero, no pudo mejorar ninguno de estos aspectos en CAM.
Marín había sido llamado a comparecer el pasado 11 de junio, cuando excusó su presencia con una justificación de carácter postal y se puso a disposición de la Cámara, que le ha citado al retomar la ronda de comparecencias.
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