El jefe de Valfensal se mostró alarmado ante la posibilidad de auditar JacksonPort
El desembarco de Caja Mediterráneo (CAM) en el grupo hotelero Valfensal, con la compra del 30% de sus acciones, le abría nuevas posibilidades de negocio en un sector estratégico como el turismo en los mejores destinos del Caribe. Pero también se convirtió, muy pronto, en un quebradero de cabeza para los responsables de la caja de ahorros.
Las dificultades llegaron en 2007, cuando la firma que habitualmente audita las cuentas de la CAM y de su grupo matriz TIP señaló la necesidad de llevar al régimen de transparencia fiscal la filial de Valfensal JacksonPort Corporation, la sociedad domiciliada en las Antillas Holandesas utilizada para abonar la comisión de 10,3 millones de dólares en una cuenta de Suiza.
En un correo electrónico dirigido el 3 de octubre de 2007 al director general Roberto López Abad, el director general de inversiones inmobiliarias de CAM, Daniel Gil, relató la resistencia que había encontrado en el responsable de Valfensal, Juan Ferri, para cumplimentar este trámite. En su mensaje, al que ha tenido acceso ABC, Gil explica que la auditora había advertido que cerraría su informe anual del grupo TIP con salvedades, debido a la situación de la filial antillana. «En estos momentos, eso puede ser terriblemente negativo», indica el responsable de inversiones inmobiliarias de CAM, «he hablado con Juan Ferri que está en México y dice que no puede poner en transparencia la sociedad porque podría hasta ir a la cárcel (han sido sus palabras). Voy a intentar que los auditores esperen hasta el lunes que llega Juan, y junto con el bufete Garrigues encuentren una solución».
En su «email» dirigido a López Abad, que ha sido incorporado al informe de Deloitte, Daniel Gil dejaba entrever el nerviosismo que había creado esta situación, pues al día siguiente recibía precisamente la visita de los representantes de la agencia de calificación de riesgos Standard&Poors.
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