Madrid, 13 abr (EFECOM).- El Gobierno ha insistido hoy en que busca la fórmula financiera idónea para evitar que en 2012 y 2013 aumente el déficit público por las subastas del Banco de Valencia y del banco creado por CatalunyaCaixa
13/04/2012 EFE
En la rueda de prensa tras el consejo de ministros, el titular de Hacienda y Administraciones Públicas, Cristóbal Montoro, ha explicado que se trabaja en una fórmula que logre que el instrumento utilizado para facilitar la venta de las entidades no aumente el déficit público en 2012 y 2013.
"Lo estamos haciendo de acuerdo con la normativa europea y con la normativa de contabilidad nacional".
Ningún comprador está dispuesto a pujar por Banco de Valencia o CatalunyaCaixa si no cuenta con garantías que le cubran frente a buena parte de la cartera de créditos, en línea con los esquemas de protección de activos ofrecidos en las subastas de la CAM y Unnim.
En esos dos últimos casos, el Fondo de Garantía de Depósitos (FGD), que se nutre de las aportaciones de la banca, ha cargado con la factura del saneamiento y ello ha evitado usar dinero público.
Sin embargo, el FGD posee actualmente poco más de 2.000 millones, cantidad insuficiente si quiera para cubrir las pérdidas que puedan aflorar en el Banco de Valencia.
Por eso la banca teme desde hace semanas que el Gobierno le obligue a adelantar sus aportaciones para reforzar el FGD y dar salida a las subastas de las entidades.
Según fuentes financieras consultadas por Efe, el Ministerio de Economía propone adelantar ocho anualidades, lo que supondría sumar casi 13.000 millones a los poco más de 2.000 con los que cuenta el FROB y que se considerarían suficientes para dar salida a las entidades intervenidas.
Pero la banca espera que el Gobierno encuentre un mecanismo que les permita que el anticipo no se haga mediante una derrama, que iría contra su cuenta de resultados, ni tampoco como un préstamo, lo que elevaría los riesgos de las entidades.
Es por eso, que se especula con la posibilidad de que el FGD se refuerce con una doble línea de liquidez, de 12.000 millones, para cubrir los compromisos a corto plazo, y otra línea de capital, de un importe similar a futuro.
En cualquier caso, la duda para los bancos sigue siendo si el Estado no aportará ninguna ayuda, ni siquiera después de 2013 para no poner en riesgo el objetivo de que al cierre de ese ejercicio el déficit público sea del 3 % del PIB. EFECOM
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