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El director general del Banco de Sabadell, Miguel Montes, confirmó ayer que la entidad financiera mantendrá la marca CAM —y la reforzará con una intensa campaña de marketing—, una vez las autoridades de la Competencia de la Unión Europea aprueben la compra de Caja Mediterráneo, que el Banco de España le adjudicó en subasta pública el pasado mes de diciembre.

Montes ofreció ayer en Alicante una conferencia sobre los procesos de integración bancaria, durante la cual adelantó algunos de los planes del Banco de Sabadell para gestionar la antigua caja de ahorros alicantina. Según las fuentes consultadas por ABC, antes de que concluya el año todas las sucursales del Sabadell y de Caja Mediterráneo situadas en el área de influencia de la caja —la Comunidad Valenciana, Murcia y Baleares— utilizarán la marca «Banco Sabadell CAM».

Será así en cuanto Bruselas autorice la operación de compra de la caja por parte del banco, algo que cada día que pasa «hace perder valor a la marca debido a la incertidumbre e inseguridad que crea en la clientela», señaló Montes. No obstante, y a pesar de que hay mucho terreno que recuperar, los nuevos propietarios no dudan en la consecución de sus objetivos: «Si Banco CAM ya es ahora mismo una entidad solvente, con Sabadell va a ser un tiro», aseguró el director general.

Para ello se ha marcado unos objetivos muy concretos. Entre ellos se encuentra la recuperación de como mínimo el 60% de los 100.000 clientes y 6.500 millones de pasivo que CAM perdió entre 2011 y principios de 2012. La misma intención tiene para volver a la posición dominante que tenía como caja de ahorros en cuanto a la contratación de depósitos. Aunque se mostró bastante realista sobre la imposibilidad de llegar a los registros que tenía la entidad alicantina —que aglutinaba un 60% de la totalidad de los depósitos de la provincia—, el propósito es superar el 38% actual en la provincia de Alicante, llegando al 20% en Murcia y al 8% en Baleares.

«Territorio histórico»

Recuperar la confianza. Fue una de las frases más repetidas ayer por Montes. Tanto la de los clientes como la de los empleados, de quienes dijo que esperan lograr que «nadie en la red comercial tenga la más mínima sombra de pena o vergüenza por la extinta CAM». La labor aquí también será titánica, teniendo en cuenta que habrá que acometer un reajuste para lograr que desaparezcan el 40% de los costes que soportaba, y que parte del recorte se logrará reduciendo en un 25% la plantilla, aunque para ello se valorará si pertenecen al denominado «territorio histórico» o de expansión.

También se abordará de forma individual cada caso relacionado con las participaciones preferentes para aportar soluciones, cosa que no ocurrirá con las cuotas participativas: «No se pueden recuperar porque es algo que incluso impide la ley».

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