Dos ejemplos claramente llamativos son los de la CAM y el Banco de Valencia
La agresividad en el ámbito del pasivo hoy es sinónimo de debilidad financiera. Así lo ponen de manifiesto las últimas ofertas de entidades que han recibido dinero público y han sido o serán subastadas por el Banco de España, como Caja de Ahorros del Mediterráneo (CAM) o Banco de Valencia. Ofrecen depósitos al 4 por ciento y más, con tal de captar nuevos usuarios
La rentabilidad que ofrecen los bancos en las remuneraciones de sus depósitos es el mejor termómetro para calibrar su solvencia. Cuanto más interés, más riesgo. Algunas entidades se están delatando y están dejando entrever su patente debilidad financiera a través de sus agresivas ofertas para ganar clientes. Dos ejemplos claramente llamativos son los de la CAM y Banco de Valencia. Ambas entidades han recibido ayudas públicas para sacar adelante sus negocios. Hoy, como han hecho también otras como Caja Castilla La Mancha, Catalunya Caixa o Unnim, ofrecen depósitos con tipos superiores al 4 por ciento para tratar de recuperar mercado. No se trata de promociones masivas y ampliamente publicitadas. Pero numerosas oficinas tienen la autorización pertinente para negociar estas condiciones con determinados clientes o potenciales usuarios.
Banco de Valencia, intervenido a finales de noviembre de 2011 por el Banco de España y pendiente de salir a subasta, está cerrando depósitos personalizados con intereses del 4 por ciento y a plazos de 18 meses. La entidad busca, sobre todo, la vinculación de los usuarios con otros tipos de productos, lo que hace realmente rentable este tipo de operaciones. Con el ánimo de fomentarlas, los directores de sucursales cuentan con el visto bueno para firmar imposiciones que alcancen hasta el 4,5 por ciento de interés. Para conseguir este retorno, la entidad valenciana exige la domiciliación de nóminas, recibos o la contratación de una tarjeta de crédito, entre otras opciones. Con estas iniciativas, la entidad, por la que podrían pujar, entre otras, Banco Popular, Ibercaja y Banco Mare Nostrum, alarga la lista de bancos que han recibido dinero público y que, posteriormente, apuestan por ofrecer altas rentabilidades para incrementar su cartera de usuarios. Los depósitos de alta rentabilidad (en torno al 4 por ciento) se dirigen a nuevos clientes.
La Caja de Ahorros del Mediterráneo (CAM) sigue un esquema parecido al de Banco de Valencia. La entidad fue subastada por el Banco de España por presentar claros problemas de solvencia y adjudicada en diciembre de 2011 a Banco Sabadell. En la actualidad, ofrece depósitos al 4 por ciento a doce meses y al 4,25 por ciento a seis meses.
Para cumplir con las nuevas exigencias bancarias, tanto CAM como Banco de Valencia deberán elevar sus aportaciones al Fondo de Garantía de Depósitos, ya que las remuneraciones ofrecidas sobrepasan el umbral considerado «peligroso» por el Ministerio de Economía. Esta institución aprobó el año pasado una nueva norma que impone que todas aquellas entidades que comercialicen depósitos a un año que superen el euríbor a doce meses (en el 2,004 por ciento a cierre de diciembre) más 100 puntos básicos deberán hacer más aportaciones al Fondo de Garantía de Depósitos. En la actualidad, sobrepasan la barrera todas las imposiciones a un año por encima del 3 por ciento. |