La gran banca negocia con el Gobierno una vía rápida para sanear el sector y con la que zanjar cuanto antes la reestructuración; El Ministerio de Economía estima que son necesarios 50000 millones de euros, pero queda fijar qué activos hay que sobreprovisionar y el plazo para reunir el dinero, un periodo que la gran banca desea acortar para definir el grupo de entidades que liderará el posterior proceso de fusiones
La cocina está en plena ebullición y la expectación se palpa; La ronda de resultados de la banca está a la vuelta de la esquina y, planeando sobre ella, está el saneamiento extraordinario del balance que el Gobierno quiere imponer a las entidades.
Diversas fuentes sectoriales reconocen que los contactos entre la industria financiera, el Ministerio de Economía y las grandes auditoras se han intensificado. De hecho, señalan que son los mayores grupos bancarios quienes llevan la batuta de los cambios que están por llegar. Y citan explícitamente a Santander, BBVA y CaixaBank, pilares de AEB y CECA.
La principal referencia pública que se tiene es la otorgada por Luis de Guindos, ministro de Economía. En una entrevista publicada por Financial Times el 5 de enero estimaba que "una limpieza de los balances exigiría unas provisiones adicionales de 50.000 millones de euros". Pero poco más se sabe más allá de esa cifra. Y eso preocupa porque, en materia de saneamientos, el diablo está en los detalles.
En el sector reconocen que resultará clave a qué activos se imponga el esfuerzo adicional en dotaciones. El abanico donde elegir es amplio: adjudicados, créditos dudosos y subestándar, financiación viva a promotores... Asimismo, la provisión variará según la naturaleza del activo en balance porque el esfuerzo por solares rústicos no será igual al aplicado a fases de viviendas acabadas.
Si la letra de la partitura preocupa, otro tanto ocurre con el tempo que se aplique al saneamiento. Un banquero reconoce que, para que la limpieza sea considerada seria por el mercado, "no puede demorarse durante 10 años". Un plazo excesivamente generoso solo alargaría la agonía al extender la vida de entidades zombis. Es decir, prorrogaría el estado vegetativo de bancos incapaces de bombear dinero a la economía real por la podredumbre que corroe sus balances.
Pero si se puede pecar por defecto, es también posible caer en el exceso. "Todos sabemos qué capacidad de absorción tenemos cada uno. Distribuir las provisiones durante cuatro años es asumible, hacerlo en tres conlleva esfuerzos pero imponer el saneamiento en solo dos ejercicios supone quedarte a pan y agua", describen en una entidad mediana. Un estudio elaborado por Macquarie muestra cómo, entre seis bancos cotizados, los más afectados por un saneamiento extra serían Banesto, Popular y Sabadell.
Varias entidades medianas admiten abiertamente que una limpieza acelerada puede engullir sus beneficios de 2012 y 2013. Y a muchas otras -principalmente, cajas- las empujaría a las pérdidas y a convertirse en presas en una nueva ronda de consolidación financiera. En este panorama, los ganadores serían Santander, BBVA y CaixaBank. Su músculo financiero les permitiría absorber el golpe y convertirse en depredadores.
Botín aprieta las tuercas a los rivales
El dilatado plazo que lleva la reestructuración bancaria -la crisis sectorial estalló en 2008- ha llevado a algunos banqueros a tratar de acelerar la agenda. Emilio Botín, presidente de Santander, se pronunció el pasado diciembre en contra de la constitución de un banco malo público que acumule los activos tóxicos de la banca española. "No es una solución, es una cosa que le va a costar dinero al contribuyente y que no va a hacer que se den créditos", sentenció el primer banquero del país. Mariano Rajoy reconocía en una entrevista el pasado que ya ha descartado la creación de un banco malo y que presentará sus planes para sanear el sector antes de un mes.
El cierre del ejercicio 2011 supone una oportunidad para acelerar dotaciones. Algunas entidades contemplan efectuar una aportación extra a provisiones muy relevante. Hoy Banesto abre la ronda de resultados. Es muy probable que la filial de Santander marque la senda a seguir.
Las cifras
50.000 millones de euros calcula Economía que deben dotar los bancos para solucionar su exposición al sector inmobiliario.
30% de los 170.000 millones en activos problemáticos en balance están dotados. |