Portada > Prensa

Los responsables del Banco Sabadell creen que la CAM perderán al menos 11000 millones durante los próximos años, más del doble de la cifra que manejaba el Banco de España en base a la auditoría realizada por Ernst & Youn;. Al menos así se desprende de las afirmaciones que ayer realizó el consejero delegado del banco catalán, Jaime Guardiola, que rechazó que la compra de la caja alicantina pueda hundir al grupo, y confió en el potencial de la red de oficinas para reflotar la entidad. 
Preguntado por las distintas cifras que se han barajado, Guardiola señaló que "las pérdidas estarán más cerca de los 17.000 millones (que apuntan algunos analistas) que de los 5.500 millones" que contemplaba el supervisor financiero, y señaló que la cantidad final estaría a medio camino entre ambas. Es decir, que los números rojos que contempla el Sabadell son de al menos 11.000 millones, lo que equivale a más del 15% del balance actual de la entidad alicantina. 
Estas pérdidas estarían cubiertas por el Esquema de Protección de Activos aprobado por el Banco de España para facilitar la operación -que abarca una cartera total de 24.600 millones de euros, entre créditos problemáticos y participaciones inmobiliarias- por lo que será el Fondo de Garantía de Depósitos (FGD) -que se nutre exclusivamente de las aportaciones del resto de entidades financieras- quien asuma la mayor parte de las mismas. 
Así, si la cifra final de deterioro fueran los citados 11.000 millones, los primeros 3.900 millones se cargarían contra las provisiones que la CAM ya ha realizado por estos préstamos. Los restantes 7.100 millones se repartirían entre un 80% que asume el FGD (alrededor de 5.700 millones) y el 20% que debe poner el comprador (unos 1.400 millones). 
Aunque ayer Guardiola negó que las ayudas previstas para la CAM vayan a agotar todos los recursos del citado Fondo de Garantía de Depósitos, lo cierto es que será muy difícil que haya dinero suficiente para otras operaciones, como las de Unnim o el Banco de Valencia. Hay que tener en cuenta que de los 6.600 millones que actualmente tiene el FGD, unos 5.250 millones se gastarán en la inyección de capital a fondo perdido que recibirá la CAM antes de su traspaso al Sabadell por un euro. Eso significa que quedarían unos 1.350 millones de euros que ascenderán hasta 3.000 cuando se ingrese la cuota que bancos y cajas deben abonar el próximo año. 
De esa cantidad debe salir el dinero para hacer frente a la EPA de la CAM y las ayudas para el resto de entidades intervenidas o nacionalizadas, entre otras Unnim y Banco de Valencia, por lo que parece difícil que sea suficiente. Las posibles soluciones pasan por aprobar una derrama, lo que iría en perjuicio del conjunto del sector, o por que el FGD emitiera deuda para financiarse, algo para lo que está autorizado pero que resulta complicado ante la desconfianza que se mantiene en los mercados. Otra posibilidad sería emplear fondos públicos, lo que complicaría el cumplimiento de los objetivos de déficit. En cualquier caso será el nuevo Gobierno el que tome la decisión. 

Una operación "grande"
Jaime Guardiola aseguró que se sienten "fuertes" para acometer una operación que "grande, pero no compleja", y negó que la digestión de una compra tan voluminosa pueda poner en peligro la pervivencia del propio banco. Igualmente, el máximo ejecutivo del Sabadell se mostró muy confiado con las posibilidades de recuperación que tiene la CAM, y especialmente por sus empleados, a los que considera preparados para el relanzamiento, tal y como ya señaló en la entrevista publicada por Levante-EMV el pasado domingo. "Son buenos profesionales. En las reuniones que he mantenido con ellos me han sorprendido gratamente. Incluso contaban la realidad de lo que ha sido la caja un poco avergonzados", relató.
Como ya apuntaba ayer este diario, uno de los objetivos del Sabadell es relanzar la actividad de las sucursales, donde "el nivel de sofisticación de producto, y de penetración de clientes, es muy mejorable", explicó Guardiola. El objetivo es recuperar depósitos y también incrementar los ingresos con la venta de más productos a los actuales clientes.
También se refirió a la desaparición de las cuotas participativas que emitió en su día la CAM y que fueron suscritas por muchos clientes y empleados. Guardiola dejó claro que el Sabadell no puede hacer nada al respecto, pues ha adquirido la entidad tras una operación acordeón que redujo momentáneamente el capital a cero. "No estamos en el proceso, ni estamos autorizados para hacer nada. No forma parte del margen de maniobra del banco", dijo Guardiola. "El día que estemos al frente, nos encontraremos clientes, algunos defraudados y otros confiados en nuestra gestión, y ahí el banco hará acciones comerciales para la recuperación de la franquicia y del crédito en la sociedad a la que sirve", añadió el ejecutivo.

Volver a la sección