Amplía dos días el plazo para presentar ofertas por la caja alicantina
Una de las grandes premisas para poder adquirir la CAM es poseer músculo financiero. Pero, a la luz de la situación patrimonial y de liquidez, del escepticismo de la mayoría de pujadores ante la valoración de su exposición al ladrillo y el complicado panorama financiero internacional, pocas entidades podrían (o querrían) soportar la fortaleza que exigían las condiciones impuestas por el Banco de España. El supervisor se ha visto obligado a cambiar el Esquema de Protección de Activos (EPA) que aparece reflejado en el cuaderno de venta para darle una salida a la caja intervenida.
De hecho, las entidades interesadas han logrado abaratar el precio de la CAM (al menos en 2.500 millones de euros) gracias a que tendrán que cubrir menos activos morosos con su solvencia al estar cubiertos por el FROB. Con la reinterpretación de la norma, las entidades no tendrán que tener capital en sus balances para cubrir la morosidad en el ladrillo que asumen los fondos públicos (el 80% de los primeros 2.500 millones que aparezcan y el 90% del resto).
El cambio en el EPA sólo obliga a tener liquidez para cubrir las pérdidas
Al no exigirles tanta solvencia, la ampliación de capital que tendría que hacer la entidad que compre la CAM podría limitarse a unos 2.000 millones, frente a los entre 4.000 y 5.000 millones a que estaba obligada hasta ahora. Esta operación facilita la compra, pero los grandes vencimientos de liquidez que tiene la CAM siguen dificultando su compra.
Este cambio en el proceso ha provocado que el Banco de España haya ampliado hasta mañana el plazo para cerrar la primera fase de ofertas. De hecho, desde el sector se insiste en dos vías para explicar las "razones técnicas" que adujo ayer el supervisor para retrasar el proceso. Por una parte, conseguir la entrada de alguna entidad española que había decidido dar marcha atrás y, por otra, dar tiempo a un banco extranjero que podría estar meditando decidirse a entrar en la operación.
Los interesados creen que los activos dudosos del ladrillo superan lo auditado
Lo que sí aúna a la mayoría es un sentimiento de incredulidad ante la valoración de los activos de la CAM en el sector inmobiliario y promotor. "Nadie sabe lo que hay verdaderamente ahí dentro", aseguran desde una entidad que compone la principal lista de interesados: Caixabank, Santander, BBVA, Sabadell, las cajas vascas o Ibercaja. Los activos dudosos totales de CAM a 30 de junio ascienden a un total de 9.907 millones, de los que están cubiertos un 39,4%.
Por otra parte, Unnim decidió ayer acudir al FROB para completar su proceso de recapitalización y Caja España-Duero aprobó la fusión con Unicaja. |