«Ni Santander, ni BBVA, ni siquiera la Caixa van a estar en la recta final del proceso de venta de la CAM por el temor a que el parqué castigue más de lo que ya lo han hecho los mercados sus acciones»; El FROB quiere tener cerrada la venta antes del inicio de la campaña electoral el 4 de noviembre
Las pérdidas declaradas a la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV) más que un obstáculo son consideradas por los administradores actuales de la CAM un paso más en el proceso de saneamiento y venta de la entidad que ha marcado el Banco de España. «Los 1.136 millones en pérdidas que han aflorado marcan -aseguraron las fuentes consultadas- el comienzo de una nueva etapa. Es el día más uno de la CAM en el camino emprendido para garantizar la viabilidad futura de la entidad alicantina».
Pero una cosa son los deseos de los actuales responsables de Caja Mediterráneo y otra la realidad de los mercados, que metidos de lleno en las turbulencias financieras que están haciendo caer en picado las bolsas, pueden mirar con recelo cualquier operación de compra de una entidad como la CAM con unos números rojos como los declarados. Tanto es así que las fuentes consultadas por este diario daban ayer por descartado que a la puja por la entidad alicantina acuda la gran banca española. «Ni Santander, ni BBVA, ni siquiera la Caixa van a estar en la recta final del proceso de venta de la CAM por el temor a que el parqué castigue más de lo que ya lo han hecho los mercados sus acciones».
Descartados los grandes, todavía hay fundadas esperanzas para que la entidad siga funcionando como tal, manteniendo su marca y su integridad, si se la queda uno de los aspirantes que apuntan ya por el horizonte. Las fuentes consultadas sitúan como unos de los más destacados a los vascos de BBK. Esta caja de ahorros, muy saneada y apenas afectada por la burbuja inmobiliaria, está muy interesada en adquirir tamaño con la compra de la CAM como ya hizo con la adquisición de Cajasur.
Otra de las cajas que ha sondeado la posibilidad de comprar la CAM es Ibercaja, con la que la entidad ya intentó aliarse tras fracasar el SIP con Cajastur. Las conversaciones, in extremis, no fraguaron en un acuerdo y ahora parece que esta posibilidad, pese a estar ahí, pierde fuerza por la gran diferencia de volumen entre la CAM e Ibercaja.
Descartada la banca nacional, el resto de posibles compradores para la entidad de ahorros hay que buscarlos fuera de nuestras fronteras. Las fuentes consultadas por este periódico aseguran que bancos de Francia, Inglaterra, China y alguno procedente de países árabes se han interesado por conocer los principales datos económicos de la CAM con vistas a una posible puja cuando se abra el proceso de venta.
Nada hay, no obstante, de momento, puesto que los administradores nombrados por el FROB no han terminado aún su trabajo, pendientes entre otras cosas de la auditoría encargada a la consultora KPMG, y no han podido, en consecuencia, establecer las condiciones para la enajenación de la entidad alicantina.
Si se sabe ya, pese a todo, que el Banco de España se mantiene firme en las condiciones previas establecidas por su gobernador, Miguel Ángel Fernández Ordóñez, que rechazó establecer un Esquema de Protección de Activos (EPA), que es una especie de colchón que exigían algunos de los aspirantes primeros a quedarse con la CAM y que en síntesis garantiza con dinero público la inversión privada en la adquisición de la caja alicantina.
Otra de las condiciones que según las fuentes consultadas permanece inalterable es la voluntad, expresada tanto por el Banco de España como por la ministra de Economía, Elena Salgado, de vender la CAM en bloque y no troceada, como también habían planteado algunas de las entidades que meses atrás mostraron su interés por la adquisición.
Tanto las condiciones finales de venta de la CAM como los candidatos que aspiren a pujar por ella se conocerán una vez que la consultora KPMG dé a conocer la auditoría que está realizando por encargo de los administradores del FROB y que se hará pública en un par de semanas. |