Uno de los graves problemas de la CAM, que afectó a sus relaciones con el Banco de España, fue la actitud del expresidente, Modesto Crespo, y el exdirector general, Roberto López Abad, en el proceso de fusión tanteado primero con Caja Madrid, iniciado después con Caja Murcia y abortado con Cajastur, Caja Cantabria y Caja Extremadura. Ambos hicieron oídos sordos a la sugerencia del Banco de España para que se fusionaran con Caja Madrid. Aunque un miembro de la comisión de control asegura que "el responsable primero es Roberto López", en el caso de la caja murciana llegó a estar convocado el consejo de administración para ratificar la fusión y no se celebró porque Crespo se negó a ceder la presidencia de la futura entidad. Después la CAM se vio obligada a pactar un SIP a cuatro bandas del que fue expulsada tras conocer Cajastur su realidad contable. Las ínfulas de Crespo y Abad para querer llevar la iniciativa en un proceso de fusión que no estaban en condiciones de liderar abocó a la caja a remar en solitario sin posibilidades de llegar a buen puerto. De alguna forma, la actitud de Crespo frente al Banco de España, avalada por López Abad, hizo el resto de trabajo.
Toda la cúpula directiva conformada en mayo de 2007 por López Abad, empezando por él mismo, ha abandonado el barco percibiendo importantes indemnizaciones. Los exdirectores generales adjuntos Daniel Gil Mallebrera, para los proyectos inmobiliarios, ahora imputado en el caso Brugal; Joaquín Meseguer, al frente de las participaciones empresariales; y Vicente Soriano, aupado desde la secretaría general a la dirección de medios y personal, se prejubilaron entre junio y julio acogiéndose al Expediente de Regulación de Empleo (ERE) aprobado por el Ministerio de Trabajo, cuatro años después de llegar al cargo y días antes de que la caja fuera intervenida. Siguieron sus pasos los directores territoriales Gabriel Sagristá y Agustín Llorca. Modesto Crespo, y el resto del consejo se vieron obligados a presentar su renuncia y la sustituta de López Abad, María Dolores Amorós, fue destituida. Crespo tiene prohibida la entrada en la sede de la CAM y Amorós cobra pero está suspendida.
|