Que el señor Camps haya recibido unos trajes de una organización corrupta es un asunto políticamente grave. Pero desde una perspectiva económica, si no hubiera otras implicaciones, es una cuestión intrascendente porque el valor de esos trajes no tiene repercusión en las finanzas de la Comunidad Valenciana.
Es mucho más grave la intervención de la Caja de Ahorros del Mediterráneo (CAM), una entidad con 136 años de historia y una cartera de 3,3 millones de clientes, por el Banco de España que ha tenido que entrar en la cuarta caja española por la nefasta gestión de unos directivos que no tenían los conocimientos técnicos y la decencia necesaria para gobernar los destinos de la entidad financiera que administraron como su propio cortijo.
La injerencia política, que coloca a directivos y consejeros, la excesiva inversión en la construcción de la mano de grandes inmobiliarias -"la CAM se cae de sus rascacielos", titulaba un periódico-, la concesión de créditos millonarios a un interés muy bajo, incluso al 0%, a consejeros de la entidad, los incentivos generosos a los directivos como "premio" a su desastrosa gestión, la financiación de proyectos faraónicos de la Generalitat, impuesta por criterios políticos pero ruinosa económicamente, fueron algunas de las tropelías que llevaron a aquella caja a la quiebra.
Seguramente seguirán aflorando datos que reflejen cuentas más deterioradas de lo reconocido hasta ahora, que ya es grave. Pero para empezar, el FROB tiene que inyectar 2.800 millones de capital y 3.000 millones de liquidez para sanear la entidad para venderla después al mejor postor. Con estas cifras con cargo al erario público, ¿cómo se explica que las irregularidades y conducta fraudulenta de un equipo gestor incompetente queden impunes sin que intervenga la Fiscalía anticorrupción? ¿Cómo es posible que los directivos que causaron tal desastre de la caja y quienes los ampararon o no vigilaron -Consejo de Administración, Gobierno valenciano y el propio Banco de España, supremo supervisor- se vayan de rositas y aquí todo siga igual?. Socialistas con la Caja Castilla-La Mancha y ahora los populares con la CAM ya están empatados en cajas intervenidas gracias a su ingerencia en estas entidades hasta que acabaron con ellas. Tienen razón los "indignados", no todo es culpa de la crisis, sino del sistema que parece estar podrido. |