La entidad espera que el Banco de España le dé hasta septiembre para conseguir la entrada de dinero privado.
Caja de Ahorros del Mediterráneo (CAM) mantiene una dura pugna con el Banco de España. Fuentes financieras aseguran que la intención del supervisor es inyectar los 2.800 millones de euros que la entidad alicantina necesita para restaurar sus ratios de capital a finales de este mismo mes, una vez concluidas las salidas a Bolsa de Bankia y Banca Cívica y publicados los test de estrés europeos.
La CAM, sin embargo, negocia a contrarreloj para intentar tener de plazo hasta el mes de septiembre, como el resto de entidades financieras, para conseguir la entrada de un inversor privado y reducir así el peso del Estado en su capital. "El objetivo es colocar el 20% del capital entre un socio o varios", señalan fuentes próximas a la entidad, que añaden que las negociaciones están bastante avanzadas.
La caja, además, sigue peleando ante el supervisor por el mecanismo al que acogerse para recibir estas ayudas. Defiende que se le reconozca el derecho a recibir dinero del primer Fondo de Reestructuración Ordenada Bancaria (FROB), es decir créditos, en vez de que el FROB entre en el capital se haga con el control. Su argumento es que estas ayudas del primer FROB ya fueron aprobadas por el Banco de España cuando CAM formaba parte de Banco Base, el sistema institucional de protección (SIP) que en su día constituyó junto a Cajastur, Caja Cantabria y Caja Extremadura. Explican que la ley no establece en ningún caso que al romperse un SIP, como ocurrió con Banco Base, las entidades integrantes pierdan el derecho a recibir estos créditos y recuerdan que el Ministerio de Trabajo aprobó el ERE, ahora en marcha, de la entidad bajo la estructura del citado Banco Base.
Fuentes del consejo aseguran que en la última reunión del máximo órgano de gobierno de la entidad se volvieron a tratar los argumentos que CAM esgrime ante el Banco de España para presentárselos de nuevo al supervisor.
El organismo que dirige Miguel Ángel Fernández Ordóñez, por su parte, parece poco dispuesto a dar su brazo a torcer, al considerar que el sistema del primer FROB ya caducó el pasado abril y ahora solo está abierta la puerta a la inyección directa de fondos.
Además de capital privado, CAM tiene puesto el cartel de venta a toda su cartera de participadas para conseguir liquidez. Pero en este punto también tiene un hándicap. El grueso de sus inversiones están centradas en el sector turístico -tiene un 5,1% del touroperador europeo TUI y un 6% de Sol Meliá- y esto podría frustrar sus intentos de desinversión.
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