Botín aplica la estrategia militar a la gestión del Santander
Emilio Botín, que admira las estrategias militares descritas por Sun Tzu en El Arte de la Guerra -uno de los libros de cabecera del presidente de Santander- , recordó ayer su pasión por el Ejército. En un discurso pronunciado en la Academia Militar de Zaragoza, el presidente de Santander repasó la historia de la banca y del grupo, comparando sus movimientos, en el pasado y presente, con los del Ejército. “Las operaciones planificadas” de Santander han impedido que “los competidores puedan seguirnos”, indicó. Estas son sus recetas:
Tener claro el objetivo: El presidente destacó como un momento clave el año 1986, “cuando España entró en la Unión Europea. Nos fijamos un objetivo claro: Ser el primer banco comercial del mundo. Entonces éramos el séptimo de España”. Para conseguir este fin, debíamos analizar “los puntos fuertes y diseñar la estrategia”, señaló.
Desarrollar por fases: El plan de Santander se materializó por fases: “ser fuerte en España, convertirse en el primer banco de Iberoamérica y ser el primero de Europa”. Los medios que tenía el banco eran sus dos “grandes fortalezas: el mejor ejército(nuestros empleados)” y un modelo de negocio “que prestaba especial atención a la prudencia en riesgos”.
Ir con sigilo: Santander realizó movimientos tácticos en cada una de estas fases, como el lanzamiento de la Supercuenta, en 1989. Fue “la mayor revolución financiera en la historia del mercado bancario” y se desarrolló “con el máximo sigilo”. El banco empezó a pagar un interés del 11% en las cuentas corrientes, frente al 1% del resto del sector. “Introdujimos la competencia en la médula del sector”, señaló Botín.
Medir riesgos y aplastar: El lanzamiento de este producto “no estaba exento de riesgos. Para afrontarlos, planificamos los detalles, revisamos la intendencia y la retaguardia que exigía la operación (altos niveles de capital y adecuada rentabilidad)”. Además, el banco “analizó las posibles respuestas de los adversarios”. Una vez tomada la decisión, “teníamos claro que la ofensiva debía ser aplastante, cuidadando todos los flancos y sin dejar nada al azar”. Botín afirmó que los resultados “de las maniobras” no pudieron ser mejores: “la competencia tardó seis meses en reaccionar. Santander duplicó su cuota de mercado”.
Querer vencer: El presidente del banco cree que es fundamental tener muy claro que “para ganar hay que tener voluntad de vencer”. Santander aplicó esta estrategia en 1994, cuando pujó por Banesto. “Ofrecimos 762 pesetas por acción de Banesto, casi cien más que la mejor oferta de nuestros competidores”, señaló. Después, siguió la fusión con Central Hispano, en 1999. “Desde entonces hasta hoy no nos hemos desviado del objetivo” y los “competidores no han podido seguirnos”.
Retirarse a tiempo: Botín cree que también es vital “retirarse a tiempo”, decisión que el banco tomó al salir de mercados como Venezuela y Bolivia. “Reconocimos a tiempo al general invierno y retiramos nuestras tropas”. En su opinión, Santander logró su objetivo: “es el tercer banco del mundo por resultados, el primero de la zona euro por capitalización y la mayor red de banca comercial internacional”. |