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La búsqueda frustrada de un caballero blanco para la CAM ha llevado al Banco de España a poner en marcha el proceso de nacionalización; El supervisor ha puesto sobre la mesa de la entidad alicantina los 2.800 millones que esta le había solicitado hace apenas quince días, lo que supone que, si nada lo remedia, el FROB tomará posesión de la mayor parte de los sillones del consejo de administración de la caja en aproximadamente mes y medio. La salvación sólo puede llegar ahora de la mano de la engorrosa burocracia, que da tiempo a la CAM para seguir buscando un socio que aminore sus elevadas necesidades de capital.

Ahora se abre un proceso que comienza en Alicante y termina en Bruselas. Antes del 28 de abril, el consejo de la CAM deberá aprobar la recepción de las ayudas y, lo que es más importante, un plan detallado sobre su estrategia de negocio futura. Este último plan deberá ser remitido al Banco de España para recibir su visto bueno e, inmediatamente después, al Ministerio de Economía. Será entonces cuando el expediente viajará a Bruselas para que la Comisión estudie la legalidad de las ayudas. Fuentes financieras aseguran que todo este proceso puede durar aproximadamente mes y medio, tiempo que la CAM aprovechará para proseguir con la búsqueda de un socio que le proporcione una vía de escape menos dolorosa. Paralelamente, el Banco de España decidirá qué banco o bancos de inversión serán los encargados de valorar los activos de la CAM y, por tanto, determinar el peso final que el Estado tendrá en el máximo órgano de administración de la caja.

Además de un nuevo compañero, la entidad alicantina contempla la posibilidad de buscar alianzas en el extranjero. En el caso de encontrar un socio, los 2.800 millones de euros reclamados al FROB se reducirían de forma considerable.

Fuentes del consejo de administración de la entidad alicantina expresaron ayer a ABC la «tranquilidad» que supone la decisión tomada ayer por el organismo supervisor. Lo que

sí se ha descartado es la posibilidad de salir a Bolsa. El desplome de las cuotas participativas de la entidad en las últimas semanas y el deterioro de su imagen explican esta decisión.

Así, la CAM se convierte en la única entidad que necesita la intervención inmediata del FROB, mientras que las ocho cajas restantes que no cumplen con las nuevas exigencias de capital del Gobierno (que fija el capital principal en el 8% y el 10% en función de si la entidad cotiza o no en los mercados) —Bankia; Novacaixagalicia; Catalunya Caixa; el nuevo Banco Base (formado por Cajastur, Caja Cantabria y Caja Extremadura), la CAM, Banca Cívica, Mare Nostrum, Unimm y Caja España-Duero— han recibido vía libre por parte del Banco de España a sus respectivos planes de recapitalización.

Para estas ocho cajas, el momento clave vendrá en septiembre, cuando el regulador comprobará si han sido capaces de captar por su cuenta el capital necesario, algo que en el sector consideran sumamente complicado. Precisamente por ello, el colchón de dinero público seguirá estando disponible. El propio Banco de España, comunicó ayer que «tanto para los grupos que planean salir a cotizar, como para el resto de cajas que requieren reforzar su capital se contempla como una de las opciones la aportación de capital por parte del FROB, ya sea parcialmente o en su totalidad».

Cajastur, 519 millones

Como novedad, destacan las nuevas necesidades de capital de la alianza liderada por Cajastur, y de la que también forman parte Caja Extremadura y Caja Cantabria, que ascenderían a 519 millones siempre que no coloque a un inversor privado una participación significativa de su capital. Pero precisamente esa es la primera opción de recapitalización del grupo, lo que, de llegar a buen puerto, le permitiría rebasar los requerimientos normativos y tener un superávit de capital próximo a los 600 millones de euros.

Por su parte, tras recibir el aprobado del Banco de España, los

consejos de administración de Caja España-Caja Duero y Unicaja aprobaron ayer el protocolo de intenciones de integración de ambas entidades.

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