La entidad alicantina tiene el mismo capital básico que CCM cuando fue intervenida
Caja Mediterráneo (CAM) presenta un déficit notable de solvencia, comparable al que, en su día, tuvieron las intervenidas CajaSur y Caja Castilla-La Mancha. La alicantina ha solicitado 2.800 millones de euros de apoyo al Estado porque su capital básico (core capital), que es una ratio que mide el capital y las reservas en relación a los activos ponderados por riesgos, es de apenas un 3,8%. Es decir, la CAM tiene fondos propios de la mayor calidad que apenas cubren ese porcentaje de sus riesgos. La Caja de Castilla-La Mancha presentó un ratio de capital básico similar, del 3,8%, tres meses después de ser intervenida por el Banco de España. Mientras, la cordobesa CajaSur tenía una cifra aún peor, del 3,67%, cuando el supervisor decidió actuar. De las cajas que hoy por hoy operan en nuestro país, Novacaixa Galicia es la que tenía, hasta ahora, una situación más delicada, con un core capital de más del 5%.
Las cifras de la CAM son estimativas, ya que la caja no ha publicado en su informe anual estos ratios y ni siquiera ofrece la cifra de sus activos ponderados por riesgo. Sin embargo, fuentes próximas a la CAM han señalado a ELMUNDO que sus fondos propios de la mayor calidad rozan los 2.000 millones de euros. Mientras, los activos ponderados por riesgo de la caja alicantina están en unos 52.000 millones de euros.
Estas cifras contrastan con las de sus tres antiguas socias en Banco Base. CajAstur, Caja Cantabria y Caja Extremadura superan un capital básico del 8%, el doble del que tiene la caja de Alicante. Curiosamente hoy las entidades se vuelven a ver las caras en la reunión del Consejo de Administración de Banco Base y la Junta General de Accionistas.
En el comunicado remitido el pasado viernes, cuando anunció que iba a pedir 2.800 millones al Frob, la CAM resaltó que la cifra era notablemente inferior a los 4.277 millones que había acordado solicitar Banco Base. La caja señala así que sus tres socias requerían unos 1.477 millones de euros de ayudas públicas.
Sin embargo, CajAstur, Caja Cantabria y Caja Extremadura ya han anunciado que su andadura puede continuar sin necesidad de apoyos del Estado. ¿Dónde está el truco? La CAM jugó con las cifras. De esa cantidad suplementaria, 800 millones de euros tenían que abonarse a dos entidades con las que la caja de Alicante tenía acuerdos: la aseguradora Aegon y la financiera General Electric.
Al surgir un nuevo grupo, Banco Base, estas dos sociedades tenían derecho a la ruptura de sus contratos y eso obligaba a un desembolso de los citados 800 millones. Ahora, como la CAM sigue en solitario, no hay ruptura y no hay pago alguno.
Los 600 millones restantes se explican por dos razones. Cuando se hizo la solicitud inicial al Frob, se pidió el máximo dinero posible (el 2% de los activos de riesgo de las cuatro cajas), y esa cifra equivalía a 1.493 millones de euros. De ellos, unos 400 correspondían a las cajas de Asturias, Cantabria y Extremadura, y otros 1.000 a la CAM. Los 200 añadidos tienen que ver con cuestiones de escala que ahora desaparecen. Lo que evidencian las cifras es que la práctica totalidad del dinero que solicitaba Banco Base tenía como destino cubrir las deficiencias de la CAM, amén de pagar, en este casoen todas las cajas, las prejubilaciones derivadas del proceso de integración.
Ese ajuste, así como el de oficinas, ahora queda en el aire. Banco Base iba a iniciar ya el ajuste de sucursales, empezando por las oficinas de los territorios de origen de las cajas (en señal de contundencia). Pero ahora queda en el aire y el ajuste lo deberá hacer cada caja en solitario.
No son las únicas tareas pendientes. Las cuatro cajas tienen ahora que formular sus resultados consolidados del año 2010. Los reguladores, Banco de España y CNMV, habían permitido que diesen su resultado individual (el de la actividad estrictamente financiera), y el consolidado (que añade sociedades de las cajas, participaciones industriales...) se integrase ya en Banco Base, unas cuentas que precisamente iban a aprobarse en la junta de hoy.
Y hay operaciones que ya no sirven. Por ejemplo, la emisión de bonos a tres años que CajAstur realizó en febrero y que entonces reforzó la liquidez de Banco Base, que se enfrenta a unos vencimientos de 4.000 millones este año y más de 7.000 el que viene. Casi tres cuartas partes de esta cantidad son de la CAM. |