El banco que preside Francisco González estrena 2015 imprimiendo velocidad a la transformación de su red comercial. Quiere sacar el máximo rendimiento de la reactivación económica para recuperar parte de la rentabilidad perdida en la crisis.
08.01.2015 Alicia Crespo
Y las oficinas son clave tanto para reducir gastos como para captar negocio. Por eso una de las primeras iniciativas de BBVA en el año que acaba de arrancar es poner en práctica su nueva planificación del organigrama de oficinas.
Poco después de que empezara la crisis, BBVA organizó su red comercial a través de las oficinas denominadas CBC, que en el lenguaje interno del banco se conocen como ‘nodriza’. Éstas prestan servicio y tienen responsabilidad sobre varias sucursales de menor tamaño llamadas satélite.
Tras analizar al detalle la actividad y rendimiento de sus CBC, el banco del logo azul ha decidido eliminar 90 oficinas nodriza antes de que acabe enero, la mayoría ubicadas en centros urbanos y con rentabilidades inferiores a las esperadas. Pero éstas no echarán el cierre, sino que se transformarán en oficinas satélite.
Hasta ahora, BBVA contaba con 590 sucursales nodriza, 330 en entornos urbanos y 260 en entornos rurales. Con la reestructuración, los CBC se quedarán en 500 y supondrán el 16% del total de 3.131 oficinas de que dispone BBVA en España a día de hoy. Así, cada oficina nodriza asumirá mayores responsabilidades, ya que se encargará de una media de siete sucursales satélite.
Así lo comunicaron directivos de BBVA a los sindicatos en una reunión celebrada a finales de 2014. «El objetivo de esta nueva planificación es ser más eficientes, productivos y avanzar en la especialización», explicaron los responsables de relaciones laborales de la entidad. La medida no conlleva la reducción de puestos de trabajo.
Fuentes sindicales resaltaron, por su parte, que el nuevo organigrama implica la reubicación de 90 directores de oficinas nodriza y de 90 directores comerciales que podría resultar más complicada que la del resto de empleados. Además, afirmaron que la reorganización obligará a gestionar empleos redundantes.
Gestores remotos
Este nuevo esquema de oficinas se combina con la fuerte apuesta digital de BBVA, que prevé introducir gestores remotos en algunas de las oficinas nodriza para agilizar la atención al cliente. Estos trabajadores prestarán servicios a distancia, ya sea a través de teléfono o de internet.
«Necesitamos un modelo de oficina flexible, para que se adapte a las necesidades del cliente, que tiene la capacidad de elegir cómo relacionarse con los bancos», dijo el consejero delegado de BBVA, Ángel Cano, en el décimo Encuentro del Sector Bancario celebrado en el IESE de Madrid. Y anticipó que la entidad rediseña las funciones de las oficinas para incrementar su productividad y maximizar la vinculación con los clientes.
«Estamos logrando que las oficinas sean un canal más rentable», apostilló el número dos del banco, consciente de que «es imposible sobrevivir con los actuales niveles de rentabilidad. El inversor no te lo va a aceptar». BBVA espera que la red comercial física contribuya a impulsar su rentabilidad (ROE). La ratio actual del 5,6% está muy lejos de la del 34,2% que el banco lucía a finales de 2007.
Para la directora de BBVA para España y Portugal, Cristina de Parias, el banco destaca en el panorama nacional por su capacidad de «liderar la transformación de la red del sector», tal y como hizo en 2007 el encabezar la depuración de la sobrecapacidad instalada. Desde entonces, ha cerrado 464 oficinas y eliminado 1.506 empleos en España.
En concreto, BBVA redujo su número de oficinas un 9% en el periodo comprendido entre 2007 y 2009, mientras que el resto del sector solo lo hizo un 2%. Desde ese año a 2012, recortó su red un 7%, la mitad que el conjunto de competidores, y de 2012 hasta ahora, BBVA ha eliminado el 11% de sucursales, frente al 14% del resto del sector, dijo Parias en un encuentro organizado por Société Générale.
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