Pone su participación a valor de mercado
AGUSTÍN MARCO
A Isak Andic nunca le gustó la bolsa. Siempre prefirió el ladrillo. Pero en 2006 se embarcó en la aventura de convertirse en uno de los accionistas de referencia de Banco Sabadell, la entidad histórica de referencia de la burguesía catalana, junto con José Manuel Lara (Grupo Planeta), Héctor Colongués (Porcelanosa) y Joaquín Folch Rosiñol (Pinturas Titán). Una apuesta que le ha salido cara, ya que el dueño de Mango ha reconocido pérdidas de 361 millones por esta inversión.
Así consta en el último informe anual de Mayor Vent, la sociedad patrimonial a través de la cual la familia Andic, junto con el resto de grandes fortunas de la región, compraron el 15% de Sabadell en diciembre de 2006. Una participación que les convirtió en los propietarios de facto de la entidad catalana, que hasta ese momento estaba en manos de La Caixa.
El hundimiento de las acciones del Banco Sabadell hasta los 1,32 euros, precio de la ampliación de capital de 2012, les obligó a refinanciar hasta en tres ocasiones su inversión. Llegaron a acumular minusvalías de 1.000 millones. Pero Andic ha decidido poner a valor de mercado su participación presionado por el auditor de su holding y al comprobar que las acciones que compró en 2006 tardarán muchos años en recuperar el valor de adquisición.
La transacción ascendió a 1.300 millones de euros, al pagar cerca de 8 euros por cada acción. Los dueños de Mango, Porcelanosa, Planeta y otros pequeños empresarios, como Miguel Bosser, las adquirieron con préstamos bancarios (534 millones) concedidos por la propia CaixaBank, el mismo Sabadell, Popular y BPI, así como por créditos participativos de otras sociedades patrimoniales. Apenas pusieron dinero en efectivo.
Por este motivo, Mayor Vent se ha apuntado unas pérdidas de 361 millones, que ha compensado parcialmente con una reducción de la deuda desde los 417,4 hasta los 176,6 millones. Es decir, debe 240,8 millones pese a no haber vendido ninguno de los títulos que tenía del banco. La explicación es que para que el agujero fuera menos doloroso y la sociedad no entrase en causa de disolución, los Andic trasmitieron a Mayor Vent el 40% de Famol, el holding a través del cual compraron con Lara, Colongués y Folch Rusiñol el 15% del Sabadell. El traspaso se hizo al precio hinchado de adquisición y no al de mercado.
El reconocimiento de los 361 millones les permite a los propietarios de Mango poder apuntarse unas bases imponibles negativas de 225,5 millones, unos créditos fiscales que la firma ha activado y que espera poder compensar gracias a su “proyección de resultados”. O lo que es lo mismo, que podrá recuperar contablemente las minusvalías, una expectativa sobre la que, no obstante, Hacienda tendrá que dar su opinión.
Ahora, con la tabla rasa hecha por la familia Andic, que llegó a invertir cerca de 600 millones en Sabadell, el siguiente reto es refinanciar la deuda bancaria que le vence el próximo 27 de mayo. De los 176 millones de pasivo, 105 corresponden a préstamos participativos y 72 a créditos bancarios. Su participación total del 3,8% –último dato oficial– está calificada como disponible para la venta, si bien el pacto de accionistas de los miembros de la burguesía catalana les impide desprenderse del paquete que aún controlan hasta 2016.
|