"Eleuterio, por favor, échale imaginación para que cada operación quede ''cuadrada'' con el importe principal de préstamo necesario. El BE [Banco de España] ha pedido este expediente y tenemos que conseguir que no nos lo califiquen". Así se le daba el dinero a los colegas Ferri y Baldó.
F.D.G.Alicante
Actualizado: 10/11/2013 10:21 horas
Valfensal era una cuestión estratégica. No importaba que sus proyectos hoteleros a miles de kilómetros de Alicante fueran inviables. Tampoco que los ejecutivos de Caja Mediterráneo (30 de ellos han declarado ante la Guardia Civil por este caso) se llevaran las manos a la cabeza con las propuestas de financiación que defendían Roberto López Abad (ex director general) y Daniel Gil (ex responsable de Participaciones Inmobiliarias). Todo valía. Había barra libre para los amigos Juan Ferri y Pepe Baldó, propietarios del grupo hotelero Mar Confort y accionistas del 70% de Valfensal, la sociedad en la que CAM entró con el 30%.
Esa alegría a la hora de regalar el dinero para emprender faraónicas inversiones en el Caribe se ha pagado cara. López Abad y Gil han terminado en la cárcel, aunque el segundo salió el viernes tras pagar una fianza de 400.000 euros. El juez de la Audiencia Nacional Javier Gómez Bermúdez acusa a los ex directivos de CAM de colaborar junto a Ferri y Baldó en la constitución de una estructura societaria destinada a desviar los ingresos procedentes de las inversiones hoteleras en México (todas ellas financiadas con dinero fácil de CAM) hacia paraísos fiscales, como las antiguas Antillas Holandesas (Curaçao), adonde planeaban fugarse para huir de la justicia, según el juez. La finalidad era ocultar a Hacienda los beneficios obtenidos en los hoteles comprados en la Riviera Maya. El fraude se cifra en unos 31 millones de euros entre 2004 y 2011.
Daniel Gil, el hombre del ladrillo en la antigua CAM, no recurría a un modus operandi muy complicado para defender en la caja la llegada de fondos para Valfensal. En un sencillo documento manuscrito de abril de 2005 (incluido en el informe elaborado por Deloitte a petición del Frob, ex administrador de CAM), Gil dio instrucciones al entonces director de riesgo crediticio de CAM, Eleuterio Jover, para que hicieralo que fuera para que no hubiese problemas con una millonaria propuesta de financiación de Valfensal, destinada a varias inversiones en México y República Dominicana: "Eleuterio, por favor, échale imaginación para que cada operación quede ''cuadrada'' con el importe principal de préstamo necesario. El BE [Banco de España] ha pedido este expediente y tenemos que conseguir que no nos lo califiquen". Así se le daba el dinero a los colegas Ferri y Baldó.
Otro ejemplo de la obsequiosidad de López Abad y Gil con sus socios Ferri y Baldó se encuentra en la operación de compra de una parcela en Punta Cana en marzo de 2005. CAM dio 8,2 millones a Valfensal para la adquisición del suelo; sin embargo, los terrenos costaron 5,2 millones según la documentación de Deloitte.
Nadie justificó este exceso de financiación. Nadie explicó dónde acabaron los tres millones sobrantes del crédito. Para cerrar la inversión, Valfensal utilizó una sociedad suya con sede en el paraíso fiscal de Curaçao para pagar una comisión de 10,3 millones de euros, que fueron ingresados a favor de la sociedad Caribbean H (domiciliada en el paraíso fiscal de Panamá), en cuentas del suizo Rotchschild AG Bank de Zurich en marzo de 2005.
En la CAM, los temas de Valfensal eran un coto privado de López Abad y Gil, apoyados por el delfín Charles de Ros Wallace, ex jefe de Mediterranean, la inmobiliaria de CAM. Wallace, tras dejar la caja, fue contratado por Ferri.
López Abad apenas informaba al consejo sobre Valfensal. "Olía mal, pero nadie preguntaba nunca", como asegura un ex consejero. Los viajes en el jet privado de Ferri para recorrer las inversiones de la entidad en el exótico Caribe eran corrientes. Unas veces iban los directivos solos, otras con sus parejas, y en otras ocasiones eran los hijos de los ejecutivos los que viajaban por cortesía de Ferri.
El hotelero de Benidorm era el empresario fetiche de la CAM, a quien llegó a proponer invertir en el Hospital de Levante de Benidorm, a cambio de comprar a la caja su participación en el operador sanitario Ribera Salud.
El Sabadell, tras absorber CAM, se deshizo de su 30% en Valfensal. Ferri y Baldó, como adelantó este periódico, compraron este paquete accionarial por 24 millones en marzo. El grupomantiene una deuda de 230 millones con el Sabadell, que ha refinanciado los créditos que durante años regalaron López Abad y Gil.
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