Los fondos interesados en la firma gallega se sienten discriminados frente a la banca. No podrán dividendo en tres años y deberán mantener un colchón de capital de 800 millones
ÁNGELES GONZALO ALCONADA MADRID
Siete bancos –Santander, CaixaBank, BBVA, Popular, Bankinter, Unicaja y Banesco– y cuatro fondos –Guggenheim, WL Ross, Anchorage y JC Flowers– se han interesado por Novagalicia. La reclamación de la banca para que el Gobierno apruebe la norma para contabilizar los créditos fiscales como capital antes de que se cierre la subasta ha tenido efecto. La norma se aprobará en breve. Los fondos negocian que se suavicen las exigencias para poder pujar.
La subasta de Novagalicia Banco ha despertado más interés del previsto inicialmente. Ya son siete bancos y cuatro fondos de inversión las firmas que han solicitado acceder al data room virtual (plataforma web que permite poner a disposición de los interesados la documentación pertinente de la entidad gallega) para analizar los números de la entidad que preside José María Castellano. El próximo 28 de octubre es la fecha en la que deberán presentar sus ofertas no vinculantes que les dará acceso a la siguiente fase de la subasta, cuyo proceso está previsto que finalice a mediados del próximo mes de noviembre. Antes se aprobará la norma sobre créditos fiscales, que afectará a todas las empresas, aunque al final solo podrá aplicarla la banca.
Una de las peticiones de la banca española para participar en la subasta es que la legislación que permitirá sumar como capital los activos fiscales diferidos (DTAS, en sus siglas en inglés) se apruebe antes de que concluya la puja de la firma gallega. La petición también es compartida por el propio FROB, dueño de Novagalicia, como dio a entender hace unas semanas su director general, Antonio Carrascosa.
El presidente de Santander, Emilio Botín, también hizo referencia a esta reclamación la semana pasada en Estados Unidos. De hecho, especificó que pese a que el Gobierno se ha comprometido a contabilizar los créditos fiscales como capital antes de que se apruebe la norma, hay que saber qué parte del total de los activos fiscales de Novagalicia (cuenta con 4.500 millones en créditos fiscales, pero solo tiene activados 2.200 millones) podrán apuntarse.
El Gobierno, y más en concreto Hacienda, ministerio de quien depende aprobar esta norma, tiene previsto anunciar el acuerdo para sumar estos créditos fiscales en el capital en el Consejo de Ministros del próximo jueves 31 de octubre o en el siguiente, explican fuentes del Ejecutivo. Aunque el texto definitivo de esta norma está aún a falta de cerrar, todo indica que las aportaciones a los fondos de pensiones de los empleados de la banca no computarán como capital como pretendía el sector, lo que rebaja la suma de capital de estos activos fiscales de unos 50.000 millones a algo más de 30.000 millones.
En el caso de la subasta de Novagalicia, la banca española podría apuntarse todo el crédito fiscal acumulado en la firma gallega tras sus multimillonarias pérdidas, mientras que los fondos de inversión solo podrían descontarse como impuestos las facturas de los créditos fiscales activados, es decir, 2.200 millones de euros.
Los fondos de inversión, mientras, negocian con el Banco de España una solución que mitigue lo que consideran una discriminación frente a los requerimientos que se les exige a la banca para pujar por Novagalicia.
El Banco de España impuso a los fondos varios compromisos para garantizar la continuidad del proyecto de la entidad que adquirieran. El supervisor reclamó en agosto a estas firmas que no podrían repartir dividendo de la entidad adquirida en tres años, que su consejo estuviera compuesto por independientes, y que toda la cúpula estuviera integrada por profesionales. Además, les exige un core capital del 9% y un colchón equivalente al 3% de los activos ponderados por riesgo del banco gallego, lo que equivale a una especie de fianza de 800 millones de euros. Además, les reclaman una permanencia en el capital del banco de un mínimo de cinco años. Guggenheim ya ha dicho que estará un mínimo de ocho.
Ninguno de estos requisitos son reclamados a la banca, razón por la que los fondos se sienten discriminados y negocian que los requisitos se suavicen.
Los bancos, por su parte, aseguran que estas exigencias son lógicas para garantizar el futuro de Novagalicia. Consideran que solo así es posible la viabilidad de la firma y su función para conceder créditos.
El venezolano Banesco ofertará por Novagalicia
El venezolano Banesto, que ya adquirió unas 66 oficinas de la firma gallega y el 80% del Banco Etcheverría y que está dispuesto a seguir creciendo con compras en España, se ha sumado a la lista de bancos para presentar una oferta por la entidad gallega. Banesco es el grupo bancario privado más grande de Venezuela. De momento, todos los interesados han mandado importantes equipos a examinar Novagalicia. CaixaBank, Santander y BBVA cuentan con cerca de 200 personas cada uno de ellos analizando la firma que preside José María Castellano. Pero el único presidente que se ha entrevistado en dos ocasiones con el presidente de la Xunta, Alberto Núñez Feijóo, ha sido Isidro Fainé. El FROB pretende recuperar el 55% del valor de Novagalicia, es decir, unos 1.500 millones. La banca está dispuesta a pagar por la firma gallega si los créditos fiscales suman como capital.
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