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José Luis Marco.–

 Tras el éxito de la macroampliación de capital por 1.400 millones de euros, que culmina este jueves, el presidente del Banco Sabadell, José Oliu tiene planificada la entrada de los dos nuevos inversores latinoamericanos que acudieron al primer tramo de la ampliación y que también han respaldado la suscripción de los derechos emitidos en el segundo tramo. La reciente salida del fundador de Mango, Isak Andic, deja un puesto vacante para que el colombiano Jaime Gilinski pueda convertirse en consejero y vicepresidente tercero con más de un 5% del capital del grupo financiero español. Eso sí, con su entrada su cubre el cupo máximo de miembros del consejo de administración (15) y el acomodo para el mexicano David Martínez, dueño de Fintech y que también ha superado el 5% del capital, sólo será posible con la marcha de algún otro histórico consejero, incluido el actual vicepresidente primero José Manuel Lara. Mientras, el Sabadell pretende tener listo para dentro de un mes su nuevo plan estratégico en el que se incide en ser más rentables y así poder dar en serio su alto internacional.

El presidente del Banco Sabadell, José Oliu, ha logrado convertir a la pequeña entidad vallesana en uno de los principales grupos financieros del país, gracias en buena medida a sus continuadas compras durante los últimos años y que han continuado hasta la actualidad, sobre todo en el mercados español. Eso sí, desde hace algún tiempo el grupo había puesto su objetivo en el crecimiento internacional y en una menor dependencia de un mercado doméstico que se ha visto paralizado como consecuencia de la crisis económica que se arrastra durante el último lustro.

La anunciada ampliación de capital a primeros de septiembre y que se culmina este jueves, con "gran éxito" según la propia entidad, ha atraído dos nuevos inversores del otro lado del Atlántico que se han convertido, ya de hecho, en los principales accionistas de la entidad con un 10% del capital en conjunto. El colombiano Jaime Gilinski ya se había perfilado como nuevo consejero del Sabadell, a pesar de que el cupo máximo (15) de miembros de este órgano de gobierno estaba cubierto tras el nombramiento de José Manuel Martínez, expresidente de Mapfre, en la última junta de accionistas.

La sorpresiva salida de Isak Andic, el dueño de Mango y uno de los consejeros de referencia del propio Oliu en los últimos años, ha abierto la puertas del consejo de administración a Gilinski, que se perfila como el nuevo vicepresidente tercero tras el movimiento que se ha producido en el organigrama de la entidad.

El inversor colombiano ha invertido unos 310 millones de euros en el ampliación de capital si se suman los derechos adquiridos a los 275 millones del primer tramo, según fuentes oficiales consultadas. La inversión del mexicano David Martínez, propietario de Fintech y Winthroup Securities Limited (que es la sociedad que figura en los registros oficiales de la Comisión Nacional del Mercado de Valores), rondaría la misma cuantía, según las mismas fuentes.

Distintos escenarios

Si el encaje de Gilinski en el consejo de administración se puede dar por hecho con la reciente salida de Isak Andic, el mexicano Martínez tendría que esperar a que se produjera alguna salida más para poder acceder al máximo órgano de gobierno del grupo financiero que preside José Oliu.

No obstante, la entrada del dueño de Fintech estaría garantizada con la salida de algún consejero histórico, que por motivos de edad o mandato tendría que dejar su cargo. Los más históricos en la entidad son Héctor Colonques, firmante del pacto parasocial de la entidad junto al propio Oliu o Andic en 2006, y Joan Llonch, ambos elegidos consejeros por primera vez en 2001 y reelegidos en 2012.

Mayor antigüedad es la que acumula Joaquín Folch-Rusiñol, dueño de la compañía Titán y otro de los firmantes del pacto parasocial, que fue elegido por primera vez en el año 2000 y su última renovación se remonta a 2010. El ex consejero delegado del banco, José Permanyer, permanece como consejero desde 2002, aunque fue reelegido en el cargo el año pasado.

El reglamento de gobierno corporativo del Banco Sabadell establece en cinco años máximo el mandato de los consejeros, aunque pueden ser reelegidos hasta los 70 años. Una vez alcanzada esta edad, pueden cumplir su mandato pero no ser reelegidos.

Una segunda posibilidad para que haya una vacante para el mexicano David Martínez, que debería ocupar también alguna vicepresidencia al tener el mismo peso accionarial que Gilinski, sería la marcha de José Manuel Lara, presidente del Grupo Planeta y hombre de la máxima confianza de José Oliu. Sin embargo los conocidos problemas de salud de Lara podrían anticipar su salida del Sabadell, donde tras la marcha de Andic se ha convertido en vicepresidente primero.

Fuentes oficiales consultadas tampoco descartan que la solución para dar entrada a un nuevo consejero sea mediante una modificación de los propios estatutos de la entidad, aunque todo indica que no será necesario llegar a esta medida ya que algunos de los actuales consejeros podrían anunciar su salida en el corto plazo.

Rentables y diversificados

Los cambios accionariales y en el consejo de administración del Banco Sabadell son tan sólo el anticipo de lo que el grupo presidido por José Oliu pretende ser en los próximos años. Según fuentes conocedoras del nuevo plan estratégico a tres años, que se conocerá en el mes de noviembre, aseguran que hay dos ejes sobre los que pivotan los objetivos del grupo: ser más rentables y, de esa manera, encarar una mayor expansión internacional.

Para este segundo aspecto serán claves los dos nuevos accionistas del banco, que podrán abrir las puertas en algunos mercados latinoamericanos, después de la aventura ya iniciada en Florida (Estados Unidos) por el propio grupo. Además, el consejero delegado del Sabadell, Jaime Guardiola, conoce a la perfección el mercado mexicano por sus anteriores responsabilidades en aquel país en su etapa en el BBVA.

Pero el objetivo prioritario será la mejora de la rentabilidad del Sabadell. El banco cerró el primer semestre del año con un beneficio superior a los 123 millones de euros y el objetivo, según fuentes consultadas, es alcanzar los 200 millones al cierre del ejercicio.

Sin embargo, esta cifra dista mucho de lo que se espera de la entidad y su cotización se sitúa por debajo del valor en libros, mientras que algunos bancos latinoamericanos superan con creces esa comparativa. "Ante esta situación, uno no se puede plantear operaciones de compra o corporativas", reconocen la fuentes consultadas.

La mejora de la rentabilidad del banco también facilitará una mayor concesión de créditos que, al final, "son el negocio que aporta beneficios al grupo", indican las mismas fuentes. La macroampliación realizada permitirá al Sabadell contar con un core capital del 11,3% según los criterios de Basilea III, lo que les deja un margen holgado para una mayor flujo crediticio. "Hay créditos que hemos tenido que dejar pasar, porque íbamos justo de capital. Eso ya va a cambiar", apuntan las fuentes consultadas.  

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