Los expertos apuntan que Economía teme que la Sareb necesite ampliar capital, lo que elevaría el déficit público
Las presiones del Gobierno para que el plan de negocio de la Sareb (''banco malo'') se cumplan siguen surtiendo efecto. Tras el acuerdo firmado con el Santander y el anunciado el lunes con CaixaBank, el Sabadell tiene ya un documento preparado con el que se abrirá una línea de crédito que estará únicamente destinada para financiar pisos de la Sareb.
Fuentes financieras aseguran que la viabilidad del ''banco malo'' depende de que fluya el crédito hacia los compradores por lo que el Gobierno está presionando para que se abra el grifo. Algunos bancos consideran esta directriz como contradictoria, ya que hasta la fecha se había sugerido que se redujera la exposición inmobiliaria de las entidades para sanear su balance. Por contra, otros apuntan que dar créditos con altos diferenciales (euribor más dos o tres puntos) resulta un gran negocio ya que «ahora se selecciona a los clientes y, además del margen de intereses, se logra la nómina, tarjetas... Es decir, se capta y fideliza un cliente a largo plazo».
Hasta el momento, Santander y CaixaBank ya han firmado un acuerdo con la Sareb para financiar sus viviendas siguiendo las presiones del Gobierno mientras que el Sabadell lo anunciará próximamente. El BBVA, de momento, se resiste. Las entidades nacionalizadas (Bankia, Catalunya Banc y NovaCaixa Galicia) ya fueron obligadas desde el primer día que transfirieron activos al ''banco malo'' a comprometerse a financiar la compra de viviendas.
El escenario, según explican tanto expertos como los propios bancos, es tremendamente complejo. Joaquín Maudos, investigador del IVIE, apunta que el objetivo es que el ''banco malo'' no tenga perdidas ya que si las tuviera se vería abocado a ampliar capital. Si el dinero lo aportara el FROB, como sería previsible, el Estado pasaría a tener el control de la Sareb (ahora posee el 45%) por lo que tendría consolidar cuentas. Esto significa más déficit y deuda.
Revitalizar el mercado
Otro de los factores que están detrás de las presiones para financiar las viviendas del Sareb, según apunta Maudos, es la revitalización del mercado inmobiliario. «Se trata de evitar una mayor caída del precio de los inmuebles, que también perjudicaría a los balances de los bancos no nacionalizados o con ayudas publicas», explica el investigador del IVIE. El aumento de la venta de viviendas implica que la caída de precios «no continúe en exceso» sin que ello provoque subidas. «Es importante dar salida al stock de viviendas existente», afirma Maudos.
Vicente Pallardó, analista de coyuntura económica del Instituto de Economía Internacional de la Universitat de Valencia, asegura que la estrategia iniciada por el Gobierno español tiene «una cierta similitud» con las políticas de Reino Unido para que fluya el crédito «aunque allí sólo ha servido para que se facilite la compra de viviendas y no para que llegue la financiación a las pymes».
El experto económico puntualiza: «Si hay una directriz desde el Gobierno, tiene que ser para todas las entidades y no sólo para unas pocas ya que si existe un mayor riesgo se tiene que repartir entre todo el sistema». Pallardó asegura que la construcción estuvo sobredimensionada y que ahora está infradimensionada por lo que el aumento de financiación para la compra de vivienda ayudará a que «la construcción juegue el papel que tiene que tener ya que hay que recordar que hay una parte de la mano de obra que no se podrá recolocar en otros sectores y sólo trabajará si se construye».
Al margen de este punto positivo que tendría la financiación para los pisos de la Sareb, el experto se muestra en contra de basar la recuperación económica en el sector de la construcción. Pese a ello, Pallardó asegura que existe una «demanda latente» que con el conveniente crédito está capacitado para comprar vivienda.
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