Los fondos de la antigua Caja del Mediterráneo que se gestionarán están valorados en 25 millones de euros
F. RICÓS | VALENCIA.
La formación de las comisiones gestoras para crear las futuras fundaciones de Bancaja y la CAM es cuestión de días. El Consell ultima con el PSPV la negociación para poner en marcha estos órganos encargados de poner en valor la herencia patrimonial y cultural de la antigua Obras Social de las que fueron las dos cajas de ahorro de referencia en la Comunitat Valenciana.
Ambas gestoras serán las encargadas de nombrar a los patronos de las fundaciones y también de dar forma a los estatutos por los que se regirán las nuevas instituciones.
Oficialmente la comisión gestora será nombrada por el protectorado de fundaciones, un organismo que en la actualidad depende de la Conselleria de Gobernación y Justicia. Este órgano tendrá como misión la aprobación de los estatutos y la designación de los patronos de la nueva fundación. La finalidad de las nuevas fundaciones será dar continuidad a la Obra Social que desarrollaban antaño tanto la CAM como Bancaja como forma de devolver a la sociedad parte de los dividendos obtenidos por la gestión del dinero de los impositores.
Los fondos de la antigua Caja de Ahorros del Mediterráneo se quedan en unos 25 millones de euros.
Los patronos de las fundaciones de Bancaja y de la CAM serán los encargados de la gestión del patrimonio de lo que queda de las antiguas cajas de ahorro, obligadas a reconvertirse tras el cambio en la ley de reestructuración y resolución de entidades financieras que promovió el PP en el Senado.
Durante la reunión extraordinaria de los órganos de gobierno de Bancaja, celebrada el pasado 22 de noviembre, el presidente de la entidad dio cuenta a los consejeros de que trasladaría a la comisión gestora el borrador de estatutos en el que se había estado trabajando durante los últimos meses y que incluso contaba con la aprobación del Instituto Valenciano de Finanzas. Cinco días más tarde Bancaja desapareció como entidad financiera tras 134 años de historia a sus espaldas, después de que los órganos de gobierno de la entidad se disolvieran y tras haber llegado a convertirse en la tercera caja de ahorros más importante de España.
Los bienes que Bancaja en su momento no transfirió a Bankia, cuando la entidad financiera valenciana se fusionó con Caja Madrid, son los que formarán parte del patrimonio de la futura fundación. La valoración de esos fondos, tanto inmobiliarios como la importante pinacoteca, se elevan a unos 90 millones de euros.
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