El juez les imputa los delitos de blanqueo de capitales, contra la Hacienda Pública, apropiación indebida y falsedad documental
Juan Ferri y José Baldó, empresarios alicantinos y socios en los negocios, han sido objeto de registros en sus domicilios y locales tras haber sido imputados por la Audiencia Nacional por, supuestamente, interceder en la concesión de préstamos de hasta 100 millones de euros sin justificar a inversiones hoteleras en México y el Caribe. Ferri y Baldó eran responsables de las operaciones turísticas de la CAM (Caja de Ahorros del Mediterráneo).
El juez les imputa los delitos de blanqueo de capitales, contra la Hacienda Pública, apropiación indebida y falsedad documental. Según el sumario del caso Mar Nuestro, parcialmente revelado por la Cadena SER a pesar de estar bajo secreto, la CAM participaba en un 30% en los negocios turísticos de los empresarios imputados y concedió sin control interno y sin acreditación millones de euros al proyecto hotelero.
El proyecto contemplaba la compra y construcción de resorts en la Riviera Maya (Méxic) y en Punta Cana (República Dominicana). Entre ellos se encuentra el lujoso Hotel Gala de Playa del Carmen (Riviera Maya), para cuya reforma se concedió un crédito en 2006, según un informe encargado por el Fondo de Reestructuración y Ordenación Bancaria (FROB). El documento revela que el crédito se pidió simplemente apuntando la cifra en un papel y que, un año después, su importe era de 101 millones.
Los investigadores consideran que “primaron los intereses personales a la entidad pública” en estos negocios, controlados en persona por el director general de la CAM, Roberto López Abad, imputado anteriormente, y por el director general de inversiones, Daniel Gil.
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