José L. pasó ayer a disposición judicial en Badajoz, donde fue detenido el viernes
I.L/E.P El trabajador de la CAM que huyó presuntamente con 450.000 euros y que fue detenido en Badajoz el viernes pasó ayer por la mañana a disposición judicial y el juez decretó su ingreso en prisión, según informó la Delegación del Gobierno en Extremadura.
De este modo, agentes de la Policía Nacional detuvieron en la mañana del pasado viernes en Badajoz al trabajador de la sucursal central de Caja de Ahorros del Mediterráneo (CAM) en el municipio de Yecla que el pasado 20 de abril había huido presuntamente con casi 500.000 euros sustraídos de la entidad financiera.
La detención se llevó a cabo en la ciudad de Badajoz, donde el arrestado ocupaba una vivienda situada en una zona céntrica de la ciudad extremeña, según informaron fuentes de la Delegación del Gobierno en un comunicado.
Asimismo, en la mañana del pasado jueves se produjo también la detención de un vecino de Molina de Segura de nacionalidad española y 37 años de edad, que podría haber prestado su colaboración para la fuga del primero.
Hasta el momento han sido recuperados cerca de 100.000 euros, según precisa la delegación, que añade que las investigaciones permanecen bajo el secreto de sumario decretado por el juzgado instructor.
La investigación ha sido desarrollada por agentes del grupo de Delincuencia Económica de la Brigada Provincial de Policía Judicial de Murcia, en colaboración con la misma Brigada de la Comisaría Provincial de Badajoz.
Dejó a su mujer e hijos a su suerte Dos meses ha durado la aventura de José L., el cajero de la sucursal de Caja Mediterráneo en Yecla que presuntamente se fugó llevándose consigo 450.000 euros de la entidad. Aunque se barajó la posibilidad de que hubiese huido a algún país de Sudamérica, el juez ordenó ayer su ingreso en prisión, después de que la Policía Nacional lo detuviera el viernes en Badajoz, a apenas 700 kilómetros de Molina de Segura, la localidad donde residía y donde dejó a su suerte, sin apenas explicaciones, a su mujer y a sus dos hijos adolescentes. Pepe, como lo conocían sus allegados, estaba viviendo en un piso alquilado que estaba a nombre de un conocido suyo, de 37 años y que también era vecino de Molina de Segura. Este hombre fue detenido el jueves en esta localidad de la Vega Media porque podría haber prestado su colaboración para hacer posible la fuga del empleado de banca. La vivienda que habitaba Pepe se encuentra en la calle Rafael Lucenqui, en pleno dentro de Badajoz, y al parecer ya llevaba un mes en esta ciudad.
Pepe, un hombre introvertido Pepe era un hombre de pocos amigos, introvertido, poco sonriente y que no solía contar nada de su vida personal ni a sus compañeros más cercanos, que tampoco conocían su trayectoria dentro de entidad bancaria, donde llevaba más de diez años.
Estudiante de Criminología de unos 37 años, antes de recalar en Yecla estuvo trabajando en Almería, motivado por los incentivos que la entidad bancaria ofrecía a sus trabajadores. Fue allí donde tuvo el primer encontronazo con la ley. Tras varias irregularidades en el arqueo de caja (el análisis de las transacciones del efectivo), según cuentan quienes mejor le conocían, fue amonestado con apercibimiento de expulsión y trasladado de manera forzosa hasta la población del Altiplano.
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