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DAVID NAVARRO ALICANTE 
La decisión no sorprendió a nadie y, de hecho, muchos esperaban que se hubiera producido antes. Los administradores del FROB despidieron ayer a cinco altos ejecutivos de la anterior cúpula de la CAM que aún formaban parte de la plantilla, en una medida destinada a allanar el camino al futuro propietario de la entidad, el Banco Sabadell. La operación de "limpieza" se produce tras el cese fulminante de la anterior directora general, María Dolores Amorós, en septiembre del año pasado y la supresión de las direcciones territoriales de febrero, que permitió las primeras incorporaciones de ejecutivos procedentes del banco catalán, tal y como avanzó este diario el 8 del pasado mes.
Entre los cesados destacan el hasta ayer director de Gestión de Activos y Participaciones, Francisco José Martínez, y el que fuera director general de Auditoría Interna y que ya había sido degradado a adjunto de este mismo departamento, Teófilo Sogorb. Su relevo es un indicativo de los principales puntos débiles detectados por el Sabadell en la entidad alicantina -una mala gestión comercial, y un muy deficiente control de riesgos-, que provocaron que cerrara el año pasado con unas pérdidas de más de 2.700 millones. Los dos eran, además, personas de la máxima confianza tanto de María Dolores Amorós como de su predecesor, Roberto López Abad.
Igualmente también cesaron al exdirector territorial de Norte-Centro-Sur, Pedro Torres; y a los regionales de Madrid, Francisco Javier Carrascosa; y de Andalucía, Ricardo Camilleri. Los tres habían sido relevados de estos cargos y degradados a adjuntos en la reestructuración de febrero, cuando se decidió agrupar toda la red de oficinas de la CAM en dos únicas áreas: una para los territorios históricos de la entidad, a cuyo frente se puso al exdirector del Sabadell en la Comunidad, Jaume Matas; y otra para el resto de la red, que está bajo el control del antiguo director de Banca Comercial del Sabadell, Jaume Puig. 
Estos últimos despidos estarían en sintonía con los planes del grupo catalán, que pretende concentrar la actividad de la CAM en aquellas zonas donde tiene más implantación -la Comunidad Valenciana, Murcia y Baleares-, mientras que en el resto del país prevalecerá la red del Sabadell.
Los despidos fueron comunicados ayer a los afectados y también al resto de la plantilla mediante una circular interna y sus condiciones no han trascendido. No obstante, fuentes de CC OO aseguran que se trataría de despidos objetivos, lo que implicaría una indemnización máxima de 20 días por año trabajado y un tope de 12 mensualidades. De acuerdo con las escalas salariales de la CAM esto supondría entre 150.000 y 300.000 euros por cada directivo, en función de su sueldo. 
En todo caso, se trata de cifras mucho menores de las que percibieron los exdirectivos que se acogieron a las prejubilaciones, que oscilaron entre los 1,2 millones que cobró Daniel Gil y los 5,6 millones que se embolsó Roberto López Abad. En el caso de Francisco José Martínez, Teófilo Sogorb y Pedro Torres tampoco ha trascendido si podrán cobrar la polémica renta vitalicia que la anterior cúpula de la CAM contrató para todos los miembros del comité de dirección. 
Con estas salidas ya sólo quedan en activo tres de los once directivos que formaban parte del citado comité a principios del 2011: el exsecretario general de la entidad y actual director del Área Financiera, José Pina; el exdirector territorial de Valencia y actual responsable de Medios, Bernardo Chuliá; y el exdirector territorial de Murcia y ahora adjunto, Ildefonso Riquelme. 

Los sindicatos piden más ceses
Todos los sindicatos de la CAM mostraron ayer, en mayor o menor medida, su satisfacción por el relevo de los directivos y reclamaron que se continúe con la depuración de responsabilidades. El secretario general de Sicam, Manuel Navarro, señaló ayer que se trataba de "algo esperado". "Aunque recibieran órdenes también tienen un alto grado de responsabilidad en lo ocurrido", añadió el portavoz de la plantilla. Por su parte, desde CGT, Ventura López exigió "medidas ejemplares", rechazó el pago de ningún tipo de indemnización y exigió que "continúen los ceses". 
Unas peticiones a las que también se sumó el responsable de CC OO en la CAM, Jorge Casillas, que recordó que su organización lleva "meses reclamando" actuaciones contra los directivos, a los que considera responsables de la debacle de la caja. Por último desde Alta CAM afirmaron que la medida "se tendría que haber tomado antes".
En cualquier caso, los ceses allanan el camino para que el Sabadell pueda tomar el control de la entidad de forma casi inmediata en el momento en que la Comisión Europea dé su autorización definitiva a la adjudicación.

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