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El Estado eleva las ayudas que otorgará a quien se adjudique la caja alicantina
La sangría de depósitos en la Caja de Ahorros del Mediterráneo (CAM) ha sido intensa desde que la entidad fue intervenida por el Banco de España el pasado 22 de julio;
La información pública que ofrece la entidad -muy limitada desde la intervención- evidencia que los clientes privados, familias y empresas, han retirado de la CAM casi 8300 millones de euros entre el 30 de junio y el 30 de septiembre;
Fuentes de varias de las entidades que han analizado el balance de la CAM para presentar hoy su oferta vinculante por la entidad apuntan que la fuga de dinero de la clientela es un problema añadido para adjudicar la caja alicantina.
La salida de depósitos se ha producido tanto en el dinero que había en cuentas corrientes como en las inversiones a plazo.
En concreto, el volumen de depósitos a la vista ha caído en tres meses de 7.728 a 6.861 millones de euros, según la información distribuida por la caja y ratificada por los bancos que han revisado las cuentas de la CAM. Por esta vía han desaparecido 867 millones.
Pero la sangría más intensa se produce con los depósitos a plazo. La CAM manejaba a 30 de junio un total de 28.108 millones de euros. A 30 de septiembre el saldo en su poder se ha desplomado hasta los 20.686 millones de euros, una caída de 7.422 millones.
Sumando ambas rúbricas, la CAM ha pasado de gestionar 35.836 millones de sus clientes privados a apenas 27.547 millones, un 23% menos.
Fuentes próximas a la caja alicantina inciden en que, desde que en marzo se produjo la ruptura de la fusión con el grupo que lideraba CajAstur, la gestión de la CAM se centró en buscar un socio a toda costa. La dirección se despistó del negocio y la consecuencia fue doble: salida continuada de depósitos y elevación de la morosidad.
Esta fuga es un agravante para quien se quede la CAM. Santander, BBVA, Sabadell, CaixaBank, Ibercaja y Barclays tienen de plazo hasta hoy para presentar una oferta vinculante por la caja.
El Banco de España ha optado por elevar las ayudas que está dispuesto a conceder. Si en principio la cartera de créditos protegida ascendía a 17.500 millones de euros (el Estado protegía el 80%), ahora se ofrece cubrir un segundo bloque de activos por 6.000 millones de euros. Aquí es donde se jugará parte de la puja. Quien se arriesgue y no pida esta protección extra tendrá parte del camino recorrido para gestionar la CAM.
La segunda vía tiene que ver con la liquidez. La CAM tiene vencimientos de 5.400 millones de euros en 2012. Está abonada a la barra libre de liquidez del BCE (recurso tabú para la gran banca española). Y, como añadido, pierde millones de depósitos al día. El Estado ofrece una línea de liquidez garantizada en función del riesgo de la entidad compradora.
La decisión definitiva del Banco de España se conocerá en los primeros días del mes de diciembre, una vez se estudien las ofertas. |
