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Presentará una oferta vinculante con posibilidades de hacerse con la entidad de ahorro alicantina
En el Sabadell repiten, casi como un mantra, una frase de su presidente, Josep Oliu, respecto a que el proceso de reestructuración del sistema financiero español es "una oportunidad histórica que puede que no se repita". Aunque oficialmente el banco está volcado en la presentación de una oferta vinculante por la Caja de Ahorros del Mediterráneo (CAM) capaz de competir con las que formulen Santander, BBVA, CaixaBank, Ibercaja, Barclays Bank y el fondo norteamericano JC Flowers, en el Sabadell reconocen que se está estudiando también la posibilidad de adquirir el Banco de Valencia. De hecho, fuentes no oficiales de la entidad aseguran que se ha tanteado ya al Banco de España sobre esta operación, que ganaría muchos enteros si el Sabadell no logra hacerse con la entidad de ahorro alicantina.
Esas fuentes señalan que no es la primera vez que el Sabadell muestra su interés por el Banco de Valencia, el primero que es intervenido por el Fondo de Reestructuración Ordenada Bancaria (Frob) en este nuevo proceso de concentración en el sistema financiero. Hasta ahora, siempre habían sido cajas: CCM (ahora Banco Castilla La Mancha, integrada en el grupo Liberbank tras su adjudicación a CajAstur), la cordobesa CajaSur, por la que llegó a pujar el Sabadell aunque terminó en manos de BBK, y la CAM. Hubo contactos, muy preliminares, con Bankia, que tiene el 38% del Banco de Valencia, cuando sus responsables hicieron un sondeo entre varias entidades para explorar las posibilidades de venta de esa filial. Y antes se produjeron tímidos acercamientos con empresarios de la Comunidad Valenciana interesados en ir de la mano de otro banco para controlar la entidad.
La pregunta es obvia: ¿puede el Sabadell con la CAM y, al mismo tiempo, con el Banco de Valencia? En el banco creen que sí, sobre todo si los accionistas de referencia (los propietarios de empresas como Mango, Grupo Planeta, Pinturas Titán, Grupo Bosser o Porcelanosa, entre otras, o Alicia Koplowitz) mantienen su confianza en la estrategia de Oliu de crecimiento vía adquisiciones (véase Capitalmadrid.com del 21 de noviembre). Y garantizan recursos para financiar esas operaciones. Es cierto que si el Sabadell logra ganar la subasta por la entidad de ahorro alicantina (en realidad, su banco instrumental), pasará a formar parte de la selecta lista de entidades sistémicas, junto a Santander, BBVA, BFA/Bankia, CaixaBank y Popular (precisamente tras anunciar la absorción del Pastor), y las exigencias de capital se elevan al 9%. Pero en septiembre el capital principal del grupo ya estaba en el 9,1%, aunque haya que restar el efecto de una valoración a precios de mercado de la deuda pública.
Aunque en el Sabadell no lo quieren reconocer, el hecho de que el Popular haya absorbido al Pastor, entidad con la que hubo contactos para que participara en la compra del Guipuzcoano y para una fusión, ha espoleado al grupo, que quiere asentarse definitivamente en el club de la gran banca española. Y para ello necesita a la CAM o al Banco de Valencia o a las dos entidades, si fuera posible.
Dos operaciones al mismo tiempo tampoco es algo nuevo para el Sabadell. El grupo que preside Josep Oliu negociaba con el Banco Guipuzcoano al mismo tiempo que presentaba una oferta por CajaSur. Logró lo primero, pero no lo segundo. También debe tenerse en cuenta la experiencia en compras del Sabadell, que ha integrado desde 1996 al NatWest (actual Solbank), Herrero, Atlántico, Urquijo y Guipuzcoano, entre otras entidades.
En el Sabadell han examinado con suma atención la compra del Pastor por el Popular, por si puede aplicarse también al Banco de Valencia. Sobre todo porque una operación de integración permite aflorar reservas, que ayudan a cubrir las necesidades de saneamiento y, por tanto, reducen las necesidades de poner capital por parte de los accionistas del Sabadell. También gusta la oferta en acciones, que reduce los costes de adquisición de una entidad, fórmula que se utilizó en la compra del Guipuzcoano.
Lo que menos gusta del Banco de Valencia es que tiene una exposición al sector de la construcción y de la promoción inmobiliaria de 3.107 millones de euros, que supone el 65,8% de todo su riesgo. Pero si el Frob ayuda a sanear el balance del Banco de Valencia, ésta se convierte en una entidad atractiva para los grupos que quieran crecer en la Comunidad Valenciana y en zonas limítrofes.
Precisamente, el reavivado interés por el Banco de Valencia que tiene el Sabadell se basa también en la convicción de que algunos de los grupos interesados por la CAM como forma de crecer en una zona tan estratégica como el corredor del Mediterráneo volverán sus miradas haca esa entidad si no logran la caja alicantina. Y quien da primero, da dos veces. |
