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 ANTONIO ESCOLAR VIGUERAS

Lo que estamos escuchando de la CAM no es ninguna sorpresa; La mezcla de politica, clientelismo y finanzas es explosiva y desde hace mucho tiempo se especulaba que el tremendo agujero de una alocada gestión del ladrillo en las cajas de ahorros nos iba a deparar serios disgustos...... y aún no han finalizado

Las fusiones frías (SIP) ni eran fusiones ni eran frías ya que las uniones de muchísimas cajas de ahorros en problemas han hecho muchas grandes cajas de ahorros en problemas y, por tanto, lo que antes no era un riesgo sistémico para las finanzas de España ahora podría serlo, porque además se sigue sin reconocer abiertamente el problema, en un alarde de pereza sin límites.

Lo que sí sorprende es la gestión de la crisis que están haciendo el Gobernador del Banco de España y su servicio jurídico, la fiscalía, los jueces y los abogados del Estado.

El Banco de España ha tenido permanentemente varios inspectores dedicados a la entidad y con acceso a los números y las decisiones de sus administradores. ¿Por qué no se ha actuado antes si las cosas estaban como todos estamos comprobando?

Cuando Cajastur se asomó a las cifras de la CAM, bajo las presiones del Banco de España para llevar a cabo la fusión fría —en el Banco Base— se asustó y se retiró, aún cuando las cuentas estaban auditadas y avaladas por el Banco de España. ¿Qué se espera que piensen los futuros inversores que no han tenido acceso a información tan detallada? ¿algún inversor se fiará en adelante de las opiniones de auditoria que el Banco de España emite sobre la banca española?

Está claro que la ruptura del SIP debería haber supuesto la intevención inmediata y, sin embargo, ésta ha tardado meses, con un grave deterioro de la entidad y la imagen del sistema bancario en España. Es sorprende la actitud perezosa por parte del Banco de España, manteniendo a unos administradores gestionmaban la CAM al borde del delito —por lo que se ha publicado en la prensa y nadie ha desmentido— con los superviores dentro sin enterarse de nada y con una fuga de depósitos que podría superar los 5.000 millones.

Ahora el FROB interviene con dinero público la CAM y pondrá una gran cantidad de recursos públicos para proteger la venta de esta entidad a unos inversores con serias dudas sobre su viabilidad.

Según el Esquema de Protección de Activos (EPA) que baraja el Banco de España, se protegería con dinero público hasta un 90% (80% en el primer tramo) de todas las pérdidas que afloren en los activos deteriorados de la CAM —sobre todo crédito promotor y ladrillos adjudicados— en los próximos diez años, salvo las pérdidas cubiertas con provisiones —3.900 millones—. ¿Cuánto se espera que aflore? Una cantidad difícil de pronunciar sin que nadie haya pisado aún una cárcel ni haya habido ninguna dimision.

La CAM no es por sí solo un banco sistémico que comprometa la solvencia de España, por lo que se impone una liquidación ordenada de la entidad, con el pago de los depósitos garantizados, así como la intervención de la fiscalía y los jueces ante la presunta actuación delictiva de sus administradores, supervisores y auditores. 

Es difícil convencer a los futuros inversores de cualquier banco o empresa española bien administrada que sigan apostando su dinero en un país que sigue protegiendo la cultura del pelotazo y la mala administración y también es imposible que el ciudadano entienda que ésto lo pagará, una vez más, con el dinero de su bolsillo, mientras que sus administradores disfrutan su millonaria jubilación en algún paraíso lejano.

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