Crespo y Amorós aseguraron a los consejeros el 21 de julio que el Banco de España respaldaba la amortización de los títulos / Al día siguiente la caja fue rescatada y las cuotas iniciaron su desplome
FRANCISCO D GONZÁLEZ / Alicante
Los máximos responsables de la CAM acordaron el pasado 21 de julio la amortización total de sus cuotas participativas con el permiso teórico del Banco de España (BdE), el mismo supervisor que un mes después y a través de los administradores que gestionan ahora la caja ha decidido paralizar la operación, lo que ha conducido a los títulos a un desplome vertiginoso.
No obstante, en la sesión bursátil de ayer los inversores aprovecharon la caída del precio de las cuotas para tomar posiciones. Los valores lograron recuperar terreno y subieron un 13,74%, si bien su precio, que cerró a 1,49 euros, se hundió un 61% en las sesiones de jueves y viernes, cuando el mercado conoció la decisión del Fondo de Reestructuración Ordenada Bancaria (Frob) de dejar sin efecto la recompra de los títulos.
La caja dio el paso de recomprar sus cuotas participativas el pasado 21 de julio. Contó en principio con el beneplácito previo y necesario del supervisor, aunque éste sabía positivamente que la entidad iba a ser intervenida de forma inminente. La cúpula de la caja también conocía la cercanía de la intervención. De hecho, el Banco de España anunció al día siguiente el rescate de la CAM.
Según fuentes conocedoras del encuentro, en la reunión del consejo de administración celebrada ese 21 de julio en Alicante, tanto el presidente de la entidad, Modesto Crespo, como la directora general, María Dolores Amorós, aseguraron ante los consejeros que la operación estaba respaldada por el Banco de España y la Comisión Nacional del Mercado de Valores.
También insistieron en que el precio de la amortización, 4,77 euros, era un suelo más que razonable, ya que pese a suponer una pérdida del 18% respecto al precio de salida de los valores (en julio de 2008 comenzaron a cotizar a 5,84 euros), representaba la media de cotización del último trimestre.
Además, el precio de 4,77 euros implicaba una especie de garantía protectora para los miles de inversores de la CAM, principalmente clientes y empleados, porque el Frob, que en ese momento estaba realizando la valoración de la entidad (y todavía sigue a día de hoy), podía tasar esas cuotas a un precio menor, de forma que la pérdida para los cuotapartícipes habría sido mayor.
Ningún consejero puso reparos a la operación, cuyo coste ascendía a unos 238 millones de euros. La decisión del consejo coincidía con la comunicación del Banco de España recibida esa misma tarde: el plan de recapitalización de la entidad no funciona y hay que tomar nuevas medidas. Apenas unas horas después, la caja era intervenida por el Banco de España.
Tras el aplazamiento de la recompra de las cuotas, decretada el pasado jueves por el Frob, los administradores han dejado esta patata caliente en manos del futuro propietario de la CAM, para que decida qué hacer con los títulos. Al mismo tiempo, la caja se ahorra un desembolso de 238 millones en un momento en que las arcas de la entidad han tenido que recibir 3.000 millones del Banco de España para reforzar su liquidez.
La plantilla se rebela contra el Frob y le acusa de ocultar información
Los sindicatos forzarán la convocatoria de la asamblea tras anularla los administradores
F. D. G. / Alicante
Los representantes de la plantilla de la CAM no piensan quedarse de brazos cruzados y han comenzado a tocar el silbato contra los nuevos administradores de la caja, nombrados por el Fondo de Reestructuración Ordenada Bancaria (Frob).
Todos los sindicatos de la entidad, a excepción de la CGT, buscarán forzar la convocatoria de la asamblea general que estaba prevista para el 16 de septiembre y que el Frob decidió suspender sine die.
El objetivo, según Manuel Navarro, secretario general de Sicam y portavoz de la Plataforma de Unidad Sindical, es que los administradores «den explicaciones sobre
la situación de la caja». «Hay una falta de transparencia total, no consultan a nadie; la información es nula», afirmó ayer en un encuentro con los medios Navarro, quien agregó que un mes después de la intervención, los administradores tendrían que haber emitido ya «un informe de situación y un plan de viabilidad, no ya sólo por la plantilla, sino sobre todo por los clientes. No han hecho nada».
De ahí que los sindicatos ya estén trabajando para buscar adhesiones entre los miembros de la asamblea y poder convocar un cónclave en el que los administradores den el parte de daños de la entidad. La asamblea de la CAM está formada por 176 miembros. Necesitarían la firma de 59 consejeros generales (un tercio) para que el cónclave fuese convocado.
De momento, los sindicatos han convocado una protesta frente a la sede del Banco de España en Alicante para exigir el mantenimiento del empleo y la Obra Social.
Por su parte, el presidente de la Cámara de Comercio de Alicante y exconsejero de CAM, José Enrique Garrigós, planteó ayer que la entidad se adjudique a otra caja de
ahorros y no a un banco: «Los empresarios alicantinos desearían que CAM fuera a manos de una caja, suena mejor», afirmó. |