CGT ha convocado para este 18 de agosto a cinco minutos de silencio a los empleados de la CAM en protesta por la situación a la que se ha visto abocada la caja alicantina, lista para ser vendida tras su intervención por el Banco de España en septiembre, y en desacuerdo con la dirección y los sindicatos mayoritarios que han participado en los órganos de gobierno en la última década
CGT, que nunca apoyó ni el SIP con Cajastur ni los últimos planes de la entidad alicantina, llama a la plantilla a expresar su protesta sin el respaldo de las otras dos centrales mayoritarias, UGT y SICAM.
CGT, central fuerte en el territorio de la CAM de la Comunitat Valenciana, no ha participado en los órganos de gobierno de la entidad, una situación contrapuesta a la de UGT y SICAM, que han tenido representación en el consejo y la comisión de control en los últimos equipos de la caja.
CGT destaca, en su convocatoria de protesta, para las 15.20 horas, aprovechando la salida de los empleados de la central y de las oficinas, que se pretende transmitir a la sociedad y a los administradores del Banco de España "la necesidad de garantizar los puestos de trabajo, tanto fijos como temporales".
Al mismo tiempo incide en la necesidad de que se mantenga la Obra Social y la unidad de la empresa, algo difícil, ya que dependerá del grupo comprador, que afrotará en estos momentos una plantilla de 6.500 trabajadores y cerca de 1.000 sucursales.
A escasas dos semanas de que el Banco de España someta a subasta a la entidad alicantina, CGT pone el acento en la exigencia de responsabilidades tanto por parte del consejo de la entidad, la comisión de control, el comité ejecutivo y el propio Banco de España. De momento del Banco de España decidió el mismo día de la intervención, el 22 de julio, destituir a todo el consejo, días más tarde el turno le llegó a la propia directora, María Dolores Amorós.
La central sindical apura aún mas su exigencia de responsabilidades y llega hasta la comisión de control, aún en activo. No olvida la central CGT al propio Banco de España por no haber tomado medida antes y dejar a la plantilla a merced del grupo comprador, que se va a favorecer de un precio pagado por todos los usuarios y una mala gestión.
Otra de las peticiones de esta central es que el FROB cree "una banca pública al servicio de la ciudadanía, bien gestionada y controlada". |