Los gestores presentan mañana su plan de negocio al Banco de España y al FROB; Intentan mantener el control y evitar la nacionalización
Mañana comienza la cuenta atrás para que el Banco de españa, el FROB y el Ministerio de Hacienda examinen el plan de negocio y recapitalización de Caja Mediterráneo, cuyos gestores mantienen el objetivo de seguir en solitario con o sin ayudas públicas. El objetivo consistiría en obtener 1.200 millones del FROB que fueron autorizados meses atrás al Banco Base -que fue adquirido después por la CAM tras la ruptura del SIP con otras tres cajas- y a partir de ahí recurrir a la Bolsa o buscar un socio estable para conseguir 400 millones que le faltarían para alcanzar el 8% de capital, en lugar del 10% que debería cubrir si opta por el dinero público. La CAM compró por 12 millones la ficha bancaria del frustrado Banco Base a sus exsocios de Cajastur, Caja Extremadura y Caja Cantabria.
El Banco de España aprobó el pasado día 14 las estrategias de las trece entidades y grupos, entre ellos la CAM, que necesitan aumentar su capital obligados por el plan de reforzamiento del sistema financiero español. Caja Mediterráneo solicitó formalmente unas ayudas de 2.800 millones de euros del FROB para alcanzar el 10% de capital principal exigible, aunque esa solicitud tiene matices y depende en última instancia de la voluntad del Banco de España y de la solidez de los números del plan de negocio que presente mañana la entidad. En definitiva: si puede salvar la situación por sí sola, con ayuda de algún aliado estable, o con una participación estatal inferior al 50% en el nuevo consejo de administración. Todo antes que una nacionalización.
El Banco de España y el Fondo de Reestructuración Ordenada Bancaria no retrasarán mucho su decisión sobre el plan de Caja Mediterráneo. Como paso previo al envío de la documentación a Madrid, el consejo de administración de la entidad se reúne esta mañana a partir de las 10 en la sede principal de Alicante con un orden del día de varios puntos, uno de los cuales incluye la reválida de la estrategia de recapitalización que se aprobó semanas atrás, el plan de negocio, la recomposición del equipo gestor y las previsiones para los próximos años.
Una red de mil oficinas
Las treces entidades y grupos que han constituido un SIP disponen de plazo hasta el 30 de septiembre para hacer los deberes, ejecutando las medidas que hayan elegido para cumplir con los requisitos de capital. Caja Mediterráneo cuenta con una red de 1.000 oficinas, de las que 600 se distribuyen en los territorios históricos de Alicante y la Región de Murcia, lo cual da una idea de su potencia financiera y de su fuerte implicación en el desarrollo económico de ambas provincias.
Caja Mediterráneo cuenta con un capital principal de 2.500 millones de euros y de unas necesidades de capital que oscilan entre los 2.400 y 1.600 millones de euros, según se vaya por la vía del 10% o del 8%. Su activos totales rondan los 75.000 millones de euros. Como se sabe, la auditora KPMG reveló que los activos dudosos de la caja ascendían a 4.654 millones de euros frente a unos créditos totales de 50.849 millones.
Las opciones que se barajan
Entre las tres opciones que tiene por delante, Caja Mediterráneo pelea por ir en solitario en la medida en la que el Banco de España se plantee darle los 1.200 millones de euros en concepto de préstamo correspondiente a la primera fase del FROB. Esa cantidad es la parte proporcional de los 1.447 millones otorgados al frustrado Banco Base. Dado que se trata de un préstamo, se considera que el interventor estatal no tiene que integrarse en el consejo de administración. La CAM esperaría en este sentido un trato similar al que han recibido los demás SIP en esa primera fase. Contando con esos 1.200 millones, la caja necesitaría 400 más para recapitalizarse a través de la Bolsa o de un socio estable, por lo que no necesitaría la nueva hornada de fondos del FROB.
El segundo escenario es que no se acuda a los mercados sino a la ayuda estatal. Si contara con esos 1.200 millones del FROB 1, necesitaría ahora 1.600 millones de fondos públicos -como capital y no como préstamo- hasta alcanzar los 2.800. En esta ocasión, el core capital sería del 10%, pero al ser inferior la inyección pública el Banco de España no tendría la mayoría en el nuevo consejo de administración. Diversas fuentes opinan que se quedaría entre el 30 y el 40%.
La tercera posibilidad es la ya conocida: recibir directamente los 2.800 millones del FROB, con lo que este organismo entraría con mayoría en el consejo de administración (más de un 70%) y se produciría una nacionalización, con la posterior venta al mejor postor. La entrada del FROB se hará aplicando importantes descuentos sobre el valor en libros, que podrían rondar incluso el 50% sobre su capital principal, en el caso de Caja Mediterráneo, dada su actual situación.
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