Banco Sabadell vuelve a estar en todas las quinielas en la nueva ronda de fusiones alentada por la crisis del coronavirus y, por el momento, la entidad ha contactado al menos con BBVA y Kutxabank para explorar una posible operación corporativa, según fuentes financieras. Sabadell sube un 2,77% en Bolsa aunque ha llegado a ganar el 5%.
Banco Sabadell estaría analizando diferentes "opciones de consolidación" con la condición de que incrementen y maximicen la creación de valor, según las fuentes. A pesar de estos contactos preliminares, el Sabadell aclara que no mantiene conversaciones formales con nadie e insiste en que tiene su propia hoja de ruta para ganar rentabilidad y crear valor en solitario. Eso sí, el banco considerará "cualquier opción estratégica" que cree y maximice el valor para los accionistas.
El banco presidido por Josep Oliu contrató a Goldman Sachs para explorar distintas opciones estratégicas, que podrían ir desde una fusión a una desinversión.
No obstante, Kutxabank ha afirmado que, en estos momentos, no está negociando ninguna operación corporativa con otras entidades financieras, aunque es una opción que no se descarta siempre que resulte interesante y aporte valor. Fuentes de Kutxabank han precisado que hablan continuamente con otras entidades financieras, al igual que con diferentes bancos de inversión que se ponen en contacto con Kutxabank para hablar del sector. Según han añadido, es lo que siempre se ha hecho y se continuará haciendo porque es algo normal y habitual.
Estos movimientos no son del todo inesperados. El sector bancario español ha desencadenado una nueva ola de consolidación buscando mejorar su rentabilidad ante el entorno de bajos tipos de interés, situación acusada por la crisis originada tras la expansión del coronavirus. CaixaBank y Bankia dieron el pistoletazo de salida a este nuevo panorama hace justo un mes, cuando confirmaron oficialmente el inicio de los contactos para crear el mayor banco de España.
De hecho, el Banco Central Europeo (BCE) ha intensificado en los últimos meses sus llamamientos a que las entidades de la zona euro acometan fusiones tanto a nivel doméstico como transnacional para tratar de resolver los problemas de baja rentabilidad que viene arrastrando el sector desde antes de la pandemia, pero que la crisis actual ha exacerbado.
Este mismo lunes, Unicaja y Liberbank han vuelto a confirmar contactos "preliminares" de cara a una posible fusión, sin que, por el momento, se haya adoptado ninguna decisión al respecto. Ambas entidades ya estuvieron en conversaciones para acometer una fusión, pero sus órganos de administración decidieron en mayo de 2019 no continuar con el proceso al resultar imposible alcanzar un acuerdo sobre la ecuación de canje.
Por su parte, Sabadell exploró hace años su unión con Bankia y la operación tenía sentido estratégico, además de que generaba importantes ahorros de costes; al Sabadell ni siquiera le importaba que el Estado entrara en su capital. Sin embargo, la unión no prosperó porque el mercado, ante la incertidumbre del brexit, castigó duramente a la entidad por su presencia en Reino Unido y su capitalización bursátil quedó por debajo de la de Bankia. La fusión dejaba entonces de ser una operación entre iguales.
Con el paso del tiempo, aunque Sabadell mejoró sus niveles de capital y saneó TSB, su filial británica, su caída en bolsa a lo largo de 2020 fue enfriando la hipotética fusión con Bankia, que finalmente encontró su salida con CaixaBank.
A partir de ahí, el banco, que a lo largo de su historia ha ido creciendo con éxito a base de compras, entre ellas la de la CAM, la antigua caja alicantina, vuelve a tener las dos mismas opciones: su camino en solitario, que puede ser muy complicado si la situación económica no mejora, o una fusión, explican las mismas fuentes.
Santander y BBVA
Los dos grandes bancos parecen, a priori, los mejor posicionados para hacerse con el Sabadell, sin embargo las cúpulas de ambas entidades han insistido públicamente en que el foco está en el crecimiento orgánico, basado en su propio negocio.
El negocio de pymes del Sabadell, unido a su presencia en Cataluña, encaja bien con Santander, además de que podría encontrar sinergias uniendo sus filiales en Reino Unido, pero no parece ser la mejor opción porque el gigante presidido por Ana Botín, tras la compra de Popular, tiene ya una importante cuota en España.
En el caso de BBVA, la situación es distinta porque aunque el banco también ha enfriado la posibilidad de llevar a cabo más compras en España, su última operación corporativa fue la adquisición hace años de CatalunyaCaixa y la presión de los reguladores podría ser mayor que con Santander.
Desde principios de septiembre, siempre según las fuentes financieras consultadas por Efe, BBVA tiene un equipo propio haciendo números por su cuenta sobre Sabadell; desde la entidad no confirman este hecho, pero recuerdan que por obligación con sus accionistas el banco estudia las oportunidades que surjan.
Las sinergias podrían ser más que suficientes para que la operación tuviera lógica industrial y financiera, pero la duda está en si a BBVA le interesa realmente en estos momentos participar en una operación en España y si la cúpula de Sabadell, la misma que ha visto multiplicar el tamaño del banco, encajaría bien la absorción.