El ratio CET1 de Sabadell a septiembre fue del 12,1%, por encima del 7,375% mínimo exigido
Banco Sabadell ya sabe cuál es la exigencia mínima de capital que le impone el Banco central Europeo para 2017 después de concluir el proceso de revisión y evaluación del supervisor. El requisito mínimo de ratio Common Equity Tier 1 (CET1) es a nivel consolidado del 7,375%, lo que supone que la entidad que preside Josep Oliu no tendrá ninguna limitación a la hora de repartir dividendo, entregar retribución variable a su plantilla y directiva y de pagar el cupón de los bonos contingentes convertibles (cocos).
De hecho, el ratio CET1 de Sabadell es del 12,1% a cierre de septiembre, medido en términos de capital regulatorio phased-in, es decir, según la aplicación gradual de las exigencias de capital de Basilea III, que será de plena implementación en 2019.
Este requisito del 7,375% marcado por el BCE incluye: el mínimo exigido por Pilar 1 (4,50%); el requerimiento de Pilar 2 (1,50%); el colchón de conservación de capital (1,25%); y el requerimiento derivado de su consideración como otra entidad de importancia sistémica (0,125%).
Para Bankia, ese ratio de capital mínimo para 2017 es del 7,875%, mientras que el CET1 a cierre de septiembre ya casi duplica esa cifra y se sitúa en el 14,81%, en el 13,24% en términos fully loaded, considerando la plena aplicación de Basilea III.
Para BFA, matriz del banco cotizado Bankia, el requisito mínimo de capital que marca el BCE es el mismo, del 7,875%, que el grupo supera con holgura. A cierre de septiembre ascendía al 15,37%. Esto supone que tanto Bankia como BFA no tendrán restricción alguna por parte del regulador para pagar dividendo y la retribución variable.
Banco Santander también publicó ayer que el requisito mínimo de capital que le marca el BCE para 2017 es en su caso del 7,75% a nivel consolidado, que contrasta de manera positiva con el 12,44% anunciado por el banco al cierre del tercer trimestre. El banco tiene por tanto un excedente de capital que descarta cualquier limitación en el pago de dividendo, de retribución variable o del pago de cupón a los titulares de cocos.
Aun así, estas son las exigencias mínimas de solvencia que marca el BCE, no el nivel recomendado de capital que el supervisor establece para cada entidad, verdadero referente para medir la fortaleza de los bancos, y que la institución que preside Mario Draghi no hace público.