Cerrará el 13% de las oficinas en España para ahorrar costes
El banco quiere implantar su nuevo modelo de macrosucursal
El Banco Santander ha anunciado un "ajuste de plantilla" y el cierre de 450 oficinas este mismo año para "afrontar una etapa de grandes cambios". El consejero delegado, José Antonio Álvarez, comunicó a la plantilla la clausura este año de las sucursales y una reducción de los servicios centrales, que producirá un inevitable excedente de personal.
Los sindicatos convocados en la misma tarde temen bajas masivas -ciertos cálculos preliminares barajaban entre 1.000 ó 2.500-, aunque el banco solo anunció la apertura de un proceso negociador, sin poner cifra alguna al excedente.
La misiva del consejero delegado justificaba el esfuerzo en el retador escenario para la banca: con la entrada de nuevos competidores, la revolución digital, el contexto económico y financiero que presiona sin piedad la rentabilidad con tipos además a cero que vienen para quedarse y la insuficiente demanda de créditos. Un contexto al que se suma las elevadas cargas regulatorias y de capital creciente.
Transformación digital
En respuesta a esa encrucijada, la apuesta del Santander para mantener el foco en un cliente cada día más exigente es la transformación digital y el programa que ayer anticipó de ajustes. Las sucursales afectadas, equivalentes a alrededor del 13% de sus 3.467 oficinas en España, son pequeñas, escasamente abastecidas de personal y cuyo negocio se transferirá a establecimientos de mayor dimensión. El 72%, de hecho, cuenta con entre 1 y 3 empleados.
En paralelo, el banco quiere implantar su nuevo modelo de macrosucursal, surtida de alrededor de ocho profesionales especialistas en todo tipo de productos y servicios para volcarse en el asesoramiento, en 350 oficinas, que se convertirán en 1.000 hacia 2018. Ahora sólo dispone de dos y para entonces un tercio de la red desplegada estará conformada por este tipo de local, más grande y con corners específicos de banca privada, de empresas, etc.
La simplificación llegará igualmente al centro corporativo de Boadilla y al del Santander España -Mesena-, donde buscará ajustar o prescindir de todas aquellas áreas no rentables. Este proyecto perseguiría, de igual manera, descentralizar estructuras para llevarse la operativa a los países y que así ganen mayor autonomía. Y en paralelo simplifica estructuras, reordenando funciones para evitar solapamientos y duplicidades, y por derivada, lograr la perseguida optimización de costes.
La reorganización es continuación del proceso ya iniciado, que ha supuesto simplificar la estructura corporativa del banco de 15 a 10 divisiones, con refuerzo en paralelo de las áreas de innovación, cumplimiento y regulación. Bajo ese esquema, el Santander ha prescindido o reducido parte de la alta dirección, un ejercicio que ha permitido rebajar la compensación total para el equipo de responsables en el 23% en 2015.
La reorganización de red y servicios centrales tendrá efectos, tal y como reconoce el consejero delegado en la misiva, en la plantilla, hoy compuesta en España por 24.216 empleados. El banco podría tratar de replicar el acuerdo firmado cuanto fusionó Banesto y Banif, un proceso que estimó que generará 520 millones de euros en sinergias tras clausurar 700 oficinas. Esta medida, anunciada a finales de 2012, derivó en un excedente de unos 2.500 empleados.
Su salida tendría lugar de forma vía prejubilaciones con entre el 70 y 80% del sueldo, y con bajas incentivadas, compensadas con 52 días por año trabajado. Si no hubiese acuerdo en las negociaciones que ahora arrancan, podrían verse abocados a un expediente de regulación (ERE), que el banco quiere evitar. Su intención es pactar las bajas e, incluso, favorecer la movilización del personal afectado.
Para tener más empuje comercial, el banco reforzará al mismo tiempo la inversión digital, modernizará la red de cajeros y simplificará y digitalizará procesos.
Los sindicatos lo consideran un ERE
Según exponen los sindicatos, el banco argumenta que el futuro son las macro-oficinas y, por consiguiente, el resto se irá cerrando. El ERE afectará tanto a oficinas como a los Servicios Centrales. Parte de las operaciones que se realizan en España saldrán a otros países con la consiguiente pérdida de empleo.
También ha comunicado un cierre masivo de oficinas. El proceso de transformación será a lo largo de 3 años, cerrando 450 oficinas este mismo año. Y se reformaran 350 cada año según el nuevo diseño.
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