Caja Mediterráneo se lleva a Caixabank 35 millones de depósitos de la Obra Social.
La entidad estudia llevarse otros 40 millones que mantiene en el Sabadell
El ''choque'' en los tribunales ha precipitado la retirada del dinero
F. D. G.Alicante
Actualizado: 22/10/2014 10:16 horas
La relación entre la Fundación Caja Mediterráneo y el Banco Sabadell es ya casi inexistente. De pensar en posibles colaboraciones se ha pasado a la guerra total. El enfrentamiento judicial que mantienen en la Audiencia Nacional a cuenta de quién tiene la responsabilidad de resarcir a los afectados por el pufo de las cuotas participativas que emitió en su día la CAM ya ha tenido consecuencias.
Según ha podido EL MUNDO, la Fundación Caja Mediterráneo ha retirado unos 35 millones de euros que tenía depositados en cuentas del banco catalán.
La Fundación se ha llevado a Caixabank este dinero, que procede de los fondos acumulados durante años para sostener a la Obra Social de CAM. La entidad que preside Matías Pérez Such ha tomado esta decisión por la falta de sintonía con los jefes del Sabadell y porque Caixabank ofrecía mejores condiciones (una mayor rentabilidad con un tipo de interés más alto) para esos 35 millones. La operación se cerró durante el mes de septiembre.
Detrás de este movimiento de calado se esconde el choque entre la Fundación y el Sabadell por las cuotas participativas. La Fundación pidió en mayo al juez Gómez Bermúdez, que instruye el macroproceso del caso CAM, que declarara al banco como responsable civil subsidiario por la emisión y venta de los títulos.
El objetivo de esta petición era que fuese la entidad financiera, y no la Fundación, la que se hiciera cargo de las indemnizaciones que reclaman los perjudicados e inversores de este producto tóxico (similares a las acciones pero sin derechos políticos). Caja Mediterráneo considera que es el Banco Sabadell, como propietario de Banco CAM, el que debe responder en los tribunales ante los ahorradores afectados por la presunta estafa.
El juez, en un auto dictado el pasado mes de junio, dio la razón en parte a la Fundación, y extendió al Sabadell la posible responsabilidad de compensar a los cuotapartícipes. No obstante, la Fundación no se libró: el magistrado siguió considerando también a la Fundación como responsable, de modo que en el hipotético caso de que los tribunales declararan finalmente la responsabilidad penal en la comercialización de los títulos, tanto el Sabadell como Caja Mediterráneo compartirían el pago de las indemnizaciones a los afectados.
La tensión
La retirada de los fondos es consecuencia directa de este clima de tensión que se respira entre cliente (Fundación) y banco (Sabadell). Una mala relación que empezó a fraguarse tras la negativa de la entidad catalana a colaborar en los proyectos de la Fundación (el Sabadell decidió impulsar iniciativas de responsabilidad social corporativa en Alicante por su cuenta).
Miembros de la Fundación consultados por este periódico aseguran que no había alternativa, porque a Caja Mediterráneo «no se le daba un trato preferencial pese a ser un buen cliente del Sabadell».
Estos 35 millones de euros suponen aproximadamente el 50% de los fondos que tenía la Fundación. Toda su tesorería estaba en el Sabadell. Ahora en las cuentas del banco que preside José Oliuquedan unos 40 millones en distintos depósitos, un dinero que en los próximos meses podría poner rumbo a otro banco si no se mejoran las condiciones de rentabilidad y sigue la guerra judicial.
Y es que los intereses que se logren de todos los fondos que suma la Fundación resultan clave para la supervivencia de la entidad, ya que son, al margen de algunos alquileres de inmuebles, sus únicos ingresos para sostener la Obra Social, que sigue sin contar con benefactores (empresas e instituciones) que aporten recursos a la entidad y con su actividad en mínimos.
LAS CLAVES DEL DESENCUENTRO
- La petición. Detrás de la retirada de los fondos se esconde el choque entre la Fundación y el Sabadell por las cuotas participativas. La Fundación pidió en mayo a la Audiencia Nacional, donde se instruye el caso CAM, que declarara al banco como responsable civil subsidiario por la emisión y venta de los títulos.
- El objetivo. La intención de esta petición era que fuese la entidad financiera, y no la Fundación, la que se hiciera cargo de las indemnizaciones que reclaman los perjudicados de este producto tóxico.
- La decisión. El juez declaró como responsables tanto a la Fundación como al banco.
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