Los principales bancos socios de la AEB consiguieron el año pasado aumentar un 1% su base de clientes, hasta los 25,7 millones.
10.07.2014MADRIDM.Romani .
El pasado ejercicio siguió siendo un año muy movido para la banca española, con la reestructuración aún en marcha y el cierre de varias operaciones corporativas empezadas en trimestres anteriores. En este escenario, y mientras las entidades luchan para ganar cuota de mercado en los segmentos que consideran más rentables rentas altas y pymes, especialmente- los clientes también se mueven y cambian de entidad. Hay quien busca seguridad, quien buenos precios y quien, simplemente, reduce el número de entidades con las que trabaja, comenta una fuente del sector.
No existen estadísticas oficiales sobre cuántos clientes tiene cada entidad: la forma más aproximada de conocer estas cifras es hacer referencia al número de cuentas corrientes y de ahorro- que tiene cada banco. La correspondencia entre las cuentas y los clientes, sin embargo, no es exacta, ya que puede haber cuentas inactivas, o clientes con más de una cuenta.
La patronal Asociación Española de Banca (AEB) acaba de publicar los datos relativos a 2013 en su último Anuario Estadístico. De ellos se desprende que, en ese ejercicio, los principales bancos asociados (en la AEB no participan los bancos de las cajas, que siguen formando parte de la CECA) han aumentado el número de cuentas cerca de un 1%, lo que en números absolutos equivale a unas 165.000. Los expertos indican que, por lo general, esta ganancia se explica con el llamado fly to quality, es decir, clientes que abandonan las entidades que tienen problemas o se perciben como más débiles para ir a las que están más saneadas y sólidas. En particular, los bancos españoles han aprovechado la crisis de una buena parte de las cajas de ahorros que, con sonadas excepciones como CaixaBank, Unicaja o Ibercaja, han acabado por requerir ayudas públicas, terminando por ser nacionalizadas o absorbidas.
Dentro de los bancos, Sabadell fue el que más pisó el acelerador del crecimiento. Su base de clientes aumentó un 12%, es decir que cerró 2013 con más de 615.000 nuevas cuentas. El banco catalán, que ha sido uno de los más activos en aprovechar las oportunidades de crecimiento inorgánico que han surgido en la crisis con compras como la de CAM, Banco Gallego o Lloyds- también consigue ganar clientes de forma orgánica. Fuentes de la entidad explican que muchos de los nuevos clientes se han conquistado en Cataluña y en la Comunidad Valenciana, donde Sabadell se ha percibido como una válida alternativa a la crisis de las excajas radicadas en estos territorios.
En Cataluña, los clientes que han salido de CatalunyaCaixa nacionalizada y a punto de ser vendida en subasta, tras dos intentos fallidos- buscaban a otra entidad catalana. Las alternativas somos nosotros y CaixaBank, resumen desde Sabadell. En la Comunidad Valenciana, el banco que preside Josep Oliú se hizo fuerte con la adquisición (en subasta y por un euro) de la antigüa Caja del Mediterráneo, lo que le permitió postularse como alternativa ante los problemas de Bancaja, dentro de Bankia. De hecho, varios bancos admiten que Bankia ha sido una fuente relevante de nuevos clientes, aunque el flujo de las salidas se haya ya estabilizado desde hace meses, gracias a la nueva andadura de la entidad que dirige José Ignacio Goirigolzarri.
Otro de los bancos que más se ha fortalecido el año pasado fue Bankinter, con un aumento de su base de clientes del 34%, unos 170.000. El banco que dirige María Dolores Dancausa es uno de los que menos se ha visto afectado por las consecuencias directas de la crisis: su morosidad se ha mantenido siempre en cotas muy inferiores a las del sector, debido a su relativamente escasa implicación con el ladrillo, que tantos quebraderos de cabeza ha dado a las demás entidades. Bankinter no ha participado en operaciones corporativas durante estos años, apostando por el crecimiento orgánico que se ha visto potenciado por la búsqueda por parte de los clientes de entidades estables y sanas.
El efecto fusionesEn el sector la opinión mayoritaria es que todos los bancos que no han recibido ayudas están creciendo de forma orgánica gracias a los clientes que llegan de las antiguas cajas de ahorros. En esta óptica, la reducción del número de cuentas que han registrado entidades como Santander, BBVA o Popular se explica por los movimientos corporativos realizados. Así, por ejemplo, el banco que preside Emilio Botín llevó a cabo el pasado ejercicio, la fusión por absorción de sus filiales Banesto y Banif dentro de la Red Santander España. El cierre de cuentas que estaban duplicadas entre estas entidades explica la caída. Con 7,9 millones de cuentas, Santander es la entidad con más clientes entre los bancos de la AEB.
BBVA le pisa los talones con 7,8 millones, según los datos de 2013. Esta cifra no se corresponde con la publicada en el Anuario Estadístico de la AEB "por un error en el suministro de la información proporcionada a la patronal", según explican fuentes del banco. También BBVA registró el año pasado una pequeña reducción del número de cuentas, inferior al 1%, que se explica por las duplicidades que se puedan haber producido con clientes de Unnim, así como por el cierre de cuentas inactivas que mantenía la excaja catalana.
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